Álvaro Rojo salía a hombros tras cortar dos orejas a un buen añojo de Hros. de Dionisio Rodríguez, mientras Diego Mateos se quedaba con un apéndice y a Álvaro Pérez le faltó suerte con los aceros
Entretenida tarde de toros en la localidad de Bogajo para despedir las fiestas de San Juan, clase práctica de los alumnos de la Escuela de Tauromaquia, Álvaro Rojo, Diego Mateos y Álvaro Pérez con añojos de Hros. de Dionisio Rodríguez y de juego desigual.
El primero fue el mejor de la tarde, noble, repetidor y que toreó bien el novillero de San Felices de los Gallegos, pases templados por ambos pitones y variedad en la faena, por lo que tras acertar a la primera con el estoque de cruceta, Álvaro Rojo paseó dos orejas concedidas por la presidenta del festejo, Mari Carmen Bravo, a petición del público. El añojo fue aplaudido en el arrastre, aunque quizá mereció algo más.
Diego Mateos tuvo un animal bravo y noble pero sin fuerza suficiente, lo que le penalizó. Toreo de temple, bien colocado y dando espacio a la faena para evitar que el ‘dioniso’ doblara sobre la arena. Tras una estocada casi entera cortó una oreja y tuvo fuerte petición de una segunda, pero la presidenta, con buen criterio, no concedió.
Álvaro Pérez se presentaba en Bogajo arropado por su público de Yecla de Yeltes, pero el ‘vetón’ estuvo sin suerte ante un animal manso que apenas le permitió el lucimiento al rajarse en mitad de la faena de muleta. Tampoco el de Yecla tuvo su día con los aceros.
De esta forma, con un gran ambiente taurino, Bogajo decía adiós a sus fiestas de San Juan, celebraciones que comenzaban el pasado viernes y en las que han sido los festejos populares uno de sus principales argumentos.