Además de purificar las casas de cada barrio, muchos no se resistieron a purificar su cuerpo saltando sobre las llamas
Los vecinos de Cabeza del Caballo fueron fieles un año más a la noche de San Juan, la más corta del año. Los distintos barrios del pueblo procedieron a prender su particular hoguera para así purificar sus casas e incluso sus cuerpos, pues muchos no se resistieron a dar el salto sobre las llamas. Y junto al ritual purificador y ahuyentador de los malos espíritus, de origen pagano, no faltaron los dulces y el chocolate.
Fotos: Cata Sánchez