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Actualizado 13/06/2023 12:46:53
María Fuentes

La salmantina asegura que diseña “para esas mujeres que se miran al espejo y se gustan, para esas mujeres que tienen un pensamiento libre y se superan”

La inspiración de Fely Campo es la mujer, la ciudad de Salamanca y la bella provincia. 51 años en la profesión. Más de medio siglo amando la moda y entregándose a ella. Natural de Valero, con sólo 13 años se puso por primera vez delante de una aguja. Empezó diseñando sus propios vestidos, después confeccionaba para sus amigas y “la gente de su entorno” y hoy es un referente a nivel nacional e internacional. Sus talleres están instalados en Salamanca y Valladolid, concretamente en Tamames, Béjar e Íscar, dando empleo a más de 20 personas. Entre todos estos puntos realizan una media de 8.000 prendas anuales.

Visita las instalaciones de SALAMANCA AL DÍA sola, puntual. Aceptó la entrevista en una primera llamada, a pesar su ritmo frenético estas últimas semanas en las que todos sus esfuerzos están en su nuevo proyecto: la inauguración de una nueva tienda en Madrid prevista para el próximo 15 de junio en la calle Jorge Juan, en pleno barrio de Salamanca. Nada la frena. Sueña con seguir dedicándose a la moda “hasta el último día de su vida”.

¿Cómo se define a sí misma?

La verdad es que tengo la suerte de conocerme muy bien, y me definiría como una persona muy tenaz y muy trabajadora; me gustan los retos, me gusta la lucha, me gusta avanzar siempre.

Y avanzó desde aquella mañana que con solo 13 años su madre le impuso esa tarea de empezar a coser sin saber que eso sería el principio de todo…

Así fue. Tuve un fracaso escolar bastante fuerte, y mi madre que era de la Sierra de Francia, de Valero, con ese carácter propio, no concebía tener en casa a alguien que no quería ni estudiar, ni trabajar, ni nada y me obligó a enhebrar una aguja y ponerme un dedal y empezar con ella a coser como castigo. Yo nunca antes me había fijado en ello, no me interesaba nada la costura. Fue una experiencia dura pero ahí empezó todo lo que soy hoy.

A partir de ahí una carrera imparable, ¿qué balance hace hoy?

Creo que lo que he vivido es algo maravilloso habiendo empezado siendo una niña. De momento es para sentirme orgullosa por haberme mantenido más de 50 años en la moda con todos los altibajos que conllevan. Eso me ha dado una capacidad de reacción exagerada. Cuando empiezas a controlar una profesión, la experiencia es maravillosa. Yo ya tenía un carácter muy marcado con 13 años, ahí fue cuando me hice mi primer vestido y ahí es cuando me enganché al mundo de la moda porque descubrí que con ella podía vencer mi timidez, podía hacerme a mí misma mis propios vestidos y era algo que me llenaba, algo que me aislaba del resto, y ahí es donde vi mi poder. Así me fabriqué una imagen bastante fuerte para la época. Luego tuve muchos seguidores que quisieron ser imagen, y empecé a trabajar ya a un ritmo muy intenso. Dar un paso adelante siempre es un éxito, independientemente del resultado. Una decisión de hacer un cambio ya es para bien, y yo nunca he querido parar ni conformarme.

La expansión internacional comenzó en 2003. ¿Cómo fue?

Empieza por ahí porque yo descubrí que me estaba muriendo creativamente, que en Salamanca tenía un recorrido ya demasiado marcado; tenía mi tienda, tenía mi taller, tenía muchísimas clientas, tenía en ese momento 4 o 5 personas trabajando conmigo y tenía gente de Castilla y León que venía a vestirse, pero yo necesitaba un reto nuevo. Me levanté una madrugada pensando sobre eso, y me fui a la Plaza Mayor a caminar, siempre lo hago cuando tengo alguna inquietud. Me recorro las calles para pensar, y ese día descubrí un local en alquiler en la Calle Padilleros, a las 9 de la mañana llamé y a las 11 ya lo tenía alquilado; ese fue el primer cambio para salir de España. Reconozco que yo cuando estoy emocionada diseño muchísimo mejor, y entonces saqué esa colección consciente de que ya tenía que salir de Castilla y León y me fui a París con esos diseños, y allí tuve una gran acogida, ahí empezó mi expansión. De ahí pasé a Barcelona, luego Milán, luego Londres y ahí fue donde todos estos años he conseguido tener un mercado fuera consolidado. Actualmente tengo en Reino Unido un showroom y tiendas multimarca por todo el país; en Italia tenemos casi 70 puntos de ventas multimarca, y tenemos presencia también en Suiza, en Austria y una tienda en París. En España también tenemos un nivel bastante bueno; actualmente tendremos unas 12 tiendas multimarca, 2 tiendas propias en Salamanca y Oviedo y ahora nos instalaremos en Madrid que es el futuro inminente.

¿Cómo va a ser esa tienda de Madrid?

Va a ser un nuevo punto de venta que reúne varias cosas. La tienda estará en Jorge Juan 29, es un circuito de moda muy interesante, hay muchos atelieres por allí. Este proyecto me va permitir hacer ropa a medida dos días a la semana. Se inaugura el 15 de junio, y a partir de ahí empezará a funcionar como showroom, para que nuestras clientas puedan ver las diferentes colecciones que tengo, y las que presentaré en la Mercedes-Benz Fashion Week 2023 que también van a estar a la venta. Es algo que me emociona mucho y que en pocos días será una realidad.

¿Por dónde empieza un diseño o una colección?

Empiezo a veces por la necesidad de hacerlo, es decir, sé que tengo una fecha cerrada en la que tengo que presentar la colección y ya no puedo demorarlo más, y empiezo a pensar hasta que doy con una idea que se puede llevar a cabo. Y otras veces me inspiran los tejidos, o hago los diseños antes… es cambiante. Soy bastante caótica en el diseño, muy organizada en mi día a día y mi taller está perfectamente ordenado, pero caótica a la hora de diseñar; me gusta el trabajo bajo presión, es algo que me ha pasado siempre.

¿Quiénes son sus diseñadores referentes?

Sin duda Balenciaga, lo descubrí a finales de los 80, y fue para mi algo increíble. Creo que dejó mucho a la moda, hemos heredado tantos patrones de él, tantas cosas… y luego Chanel, porque fue una mujer muy revolucionaria a la que le gustaba liberar a la mujer y lo logró. Es fascinante su personaje y lo que hizo, y cómo perdura en el tiempo.
Actualmente el estilo ‘Chanel’ está marcadísimo.

¿A qué tipo de mujeres van dirigidos sus diseños?

El perfil de esas mujeres tiene más que ver con una forma de ser, con un estilo de vida. En estos años he podido ver la evolución de la mujer desde la moda y para mí ha sido algo maravilloso. Me encanta ver a esas mujeres que con sesenta años empiezan una nueva vida, viajan solas, tienen un pensamiento libre, se superan… esa evolución es increíble, y yo diseño para esas mujeres; esas mujeres que se miran al espejo y se gustan estén como estén porque se han ganado mirarse y gustarse a sí mismas. Yo sé que la sociedad exige mucho y trabajo mucho el patrón para que sea fresco, favorezca, que una mujer se pueda poner la prenda que quiera y se sienta segura.

Ha sido fiel a una línea. ¿Cuál fue su inspiración y cuál es hoy?

Mi inspiración es y será siempre la mujer, esa mujer que te comentaba, esa es la mujer en la que creo.

Siempre hay algo de Salamanca en sus colecciones…

Siempre, es mi otra inspiración, soy una enamorada de Salamanca. Paso por la Plaza Mayor y siempre me paro, aunque tenga prisa, el cielo siempre es diferente, la piedra es diferente, es una ciudad increíble para disfrutarla todos los días. Se nota mucho la sobriedad en mis diseños, la rotundidad que tiene esta ciudad. Yo contemplo la belleza como algo sutil, que no esté realmente cargado, y pasear por algunas calles a diferentes horas de la ciudad me parece algo increíble, y eso se refleja, eso lo llevo dentro.

¿Y la provincia qué peso tiene en sus diseños?

La provincia la llevo a todas partes del mundo. En mi primera colección de la Mercedes Benz Fashion Week hice un vídeo de las Arribes del Duero y fue algo espectacular, no te imaginas lo que gustó y la cantidad de gente que lo ha visto; todo estaba basado en ese paisaje, en lo que yo sentía. Ese abismo tan brutal y esa belleza tan increíble. Luego también soy una enamorada de la Sierra de Francia, en general me encanta toda la provincia, es tan diversa y tan rica….

¿Se pondría hoy un diseño suyo elaborado a finales de los 80?

Sí, tendría perfectamente vigencia. Tengo un cuaderno de mis bocetos en plano, con la fecha y tengo muchos de los 80, tendré como 300 cuadernos. A veces me pongo a mirar qué hacía y hay un diseño que incorporé en la colección del año pasado que me lo encontré ojeando esos cuadernos y lo incorporé tal cual, y tendría 25 años. Cuando haces una colección propia marcas un estilo, con los tiempos vas cambiando porque tienes más experiencia, pero hay una esencia en el diseño que perdura, hay mucha coordinación, y eso lo reflejan esos cuadernos.

¿Tiene algo que ver la industria de la moda de hoy con la de esa época de los 80?

Muy poco. La pandemia ha traído un cambio importante en la moda, y es que la moda ya no es la prioridad en la gente. Ahora hay que llevar la moda a la calle y esa debe ser la mentalidad de los diseñadores, al menos sí es la mía. Yo en tiempos de pandemia lancé una colección prêt-à-porter con la que pude competir con cualquiera. Era algo diferente, con la suficiente calidad para pasarlo de armario a armario, y por ahí tendrá que ir la tendencia. Hemos tenido unos años de tirar ropa que ha sido una locura. Para mí, los mejores años para la moda fue antes del 2000, respecto a la exportación, era increíble. Fueron unos años muy buenos para las tiendas de multimarca, y actualmente eso ha bajado mucho.

¿Queda algún sueño por cumplir?

Muchos, pero el que más persigo es permanecer en la moda siempre, ese sería mi sueño. Hasta ahora he tenido la inmensa fortuna de tener muy buena salud, y tengo todavía mucha fuerza y mucha ilusión. Quiero seguir con mis diseños y mi trabajo mucho tiempo hasta el último de mis días en este oficio que es apasionante.

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