España se consolida como el país con mayor número de Banderas Azules del mundo. El 15% del total de ellas se encuentran en su territorio. La Bandera Azul es un distintivo de calidad que, desde 1985, otorga anualmente la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC), mediante un Jurado Internacional que evalúa la calidad del agua, la seguridad, la ordenación del medio ambiente y la prestación de servicios generales.
Por estas fechas, una gran parte de ciudadanos estamos pensando o planificando nuestras vacaciones veraniegas en las que el componente de playa es un factor importante. Y, nada mejor, que saber de esta excelencia playera española que proporcionan los 627 arenales y calas certificadas con este reconocimiento internacional, seis más que el año pasado. A los que hay que sumar los reconocimientos de calidad otorgados a los puertos deportivos y a las embarcaciones turísticas, sumando todos ellos un total de 729 Banderas Azules repartidas por 250 municipios españoles a los que les da una especial relevancia.
La ADEAC certifica que las playas a las que otorga el distintivo de Bandera Azul, cumplen con los requisitos establecidos de salubridad y calidad del agua, limpieza de la arena, seguridad, infraestructuras, accesibilidad, protección de la biodiversidad, servicios, señalización e información a los ciudadanos o usuarios. Este año a reforzado sus criterios frente a la situación de sequía que padece España y Europa, dando más énfasis a los intereses comunitarios y prestando mayor atención tanto a la protección de dunas como a las aves marinas. Para ser candidata a Bandera Azul, una playa ha debido ser designada oficialmente como zona de baño a nivel nacional, disponer al menos de un punto de muestreo para el análisis de sus aguas, nombre concreto de identificación y límites físicos determinados.
Pero no todas las playas a las que hacemos mención están en los 7.880 kilómetros de costa que tiene el litoral español, también se han otorgado alguna de esas Banderas Azules a espacios del interior peninsular que no son playa, propiamente dicha. Son lugares habituales de baño, proporcionados por pantanos o embalses, que están en muy buen estado y con una alta conciencia medioambiental. Es el caso de Madrid con el Pantano de San Juan y su Playa de San Martín de Valdeiglesias, o la de Extremadura con el embalse de Cancho del Fresno en la localidad de Cañamero (Cáceres) donde ondeará este año, por primera vez, una Bandera Azul.
En todo el mundo existen más de 4.800 espacios distinguidos con la Bandera Azul. Los países con mayor número de estos estandartes de identidad cualitativa son España, Grecia, Turquía, Francia, Italia y Portugal. Y, se pueden encontrar en playas, puertos deportivos y áreas recreativas para embarcaciones, de todo el mundo.
A este distintivo de calidad que se identifica con la Bandera Azul, este año 2023 han optado más de 2000 municipios, de 45 países distintos, repartidos por cinco continentes. En España hay más de 3.500 playas marítimas. La mitad son controladas durante la temporada de baños para medir la calidad y salubridad del agua. El 93% de ellas obtienen una calificación de excelente y, por tanto, son susceptibles de recibir la Bandera Azul. Consecuentemente, unas 1.600 playas en España pueden llegar a obtener la Bandera Azul en futuras ediciones. En 2023 se han presentado 689 playas y han obtenido la calificación 627 (el 91%), lo que demuestra el alto nivel de calidad.
En el reparto de esas playas galardonadas, la Comunidad Valenciana es la región que tiene más Banderas Azules con 153, Andalucía con 148, Galicia con 125, Cataluña con 120, Canarias con 60, Baleares con 42, Murcia con 34, Asturias con 15, Cantabria con 11, Extremadura con 10, País Vasco con 4, Melilla con 4, Ceuta con 2 y Madrid con 1. Esto quiere decir que el distintivo de calidad Bandera Azul está repartido por todo el país. A lo largo de todas sus costas se pueden encontrar playas en las que ondea este tipo de bandera que identidad la excelencia, una información vital para el ciudadano y el turista.
Nuestras costas, playas y patrimonio interior son conocidas y valoradas en todo el mundo por su calidad y competitividad de la oferta turística, elementos que contribuyen no solo al liderazgo de España en el turismo, también a su reputación y marca país. El mérito es de todos, y, especialmente, de quienes se encargan de mantener a punto nuestras playas al inicio de cada jornada. Trabajo que viene a ser reconocido, entre otros organismos, por la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC), una entidad sin ánimo de lucro, responsable en España de los programas internacionales de la Foundation for Environmental Education (FEE), entre ellos, la entrega de los galardones de la Bandera Azul que hoy nos ocupa.
La experiencia de meses pasados y las proyecciones apuntan a que 2023 será un año de vacas gordas para el turismo, un sector fundamental de la economía española que aporta en torno al 10% del Producto Interior Bruto nacional (PIB) y que se estima que crezca con cuatro millones más de visitantes que en el 2022, abiertos a disfrutar de esos espacios con Bandera Azul.
Afortunadamente, España es uno de los pocos países del mundo en el que todo el litoral, esa franja de terreno en la que se encuentra el mar con la tierra, las playas y el mar territorial, son de dominio y acceso público. Así lo consagra la Constitución española. Sigamos las consignas de la ADEAC, respetando, cuidando, conservando y recuperando nuestro entorno natural. Al fin y al cabo, nuestra vida y nuestra salud, dependen mucho del lugar donde vivimos y habitamos.
Les dejo con Los Payos y su María Isabel,…en la playa:
https://www.youtube.com/watch?v=qay3sfLVCzk
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© Francisco Aguadero Fernández, 2 de junio de 2030