El periodista Noel Campo da su opinión sobre el Salamanca UDS en la víspera del posible ascenso a Segunda Federación
En la ciudad universitaria por excelencia y en especial en el mes de junio, último del curso académico, la palabra examen suscita todo tipo de nervios, miedos, dudas e intrigas. El Salamanca UDS tiene este domingo frente al Sant Andreu su último y particular examen final. Durante la temporada los blanquinegros han sido como ese mal alumno que en algunos momentos del curso ha suspendido, se ha distraído, no ha hecho los trabajos necesarios e incluso no se ha esforzado ni estudiado lo suficiente, dejando todo para el final. Desde la llegada del profesor sustituto Jehú Chiapas, los jugadores han conseguido revertir la situación. Se han motivado, se han puesto las pilas, han desplegado su mejor juego y están a 90 minutos de superar el curso con sobresaliente e incluso, doctorarse con honores.
El encuentro de ida no fue fácil, pero se consiguió aprobar. La primera parte en la ciudad condal fue intensa y llena de emoción. El equipo local dominó con superioridad y supo generar momentos de incertidumbre en la defensa salmantina. Incluso los catalanes se adelantaron en el marcador, provocando que los corazones de los 200 aficionados del Salamanca UDS en la grada y los miles que lo siguieron por televisión estuvieran en vilo en más de una ocasión. Los charros no jugaron su mejor partido, pero supieron mantener la calma y defender con garra cada balón hasta la llegada del providencial gol del Marco Tulio, que serviría para dejar abiertas las posibilidades de los salmantinos. La segunda parte estuvo más igualada y se notó un gran bajón físico de los locales. Ni las dimensiones del campo ni la superficie ayudaron a que los salmantinos se encontrarán cómodos durante el encuentro.
Jehú ha demostrado que es capaz de liderar y sacar provecho a esta plantilla. Reconozco que he sido crítico con él, ya que ni su hoja de servicios ni sus partidos en liga fueron superados con nota. Pero también reconozco la pedagogía y la evolución que ha conseguido tanto en juego como en resultados en el playoff, demostrando su valía que todos esperamos se culmine con el ansiado ascenso a 2ª RFEF este domingo.
El estadio Helmántico registrará una de las mejores entradas de la última década. Algo increíble e impensable para un partido de la quinta categoría del futbol español. Al final, no es el rival, no es el recinto, no es el precio de las entradas, ni siquiera es el ascenso, es el escudo y los sentimientos que genera. La ciudad ha decidido y se está volcando con el equipo y a falta de 3 días el estadio superará ampliamente los 10.000 espectadores. Espero que la organización del club esté a la altura, abriendo todas las puertas de acceso con tiempo suficiente y teniendo el recinto acondicionado.
Los aficionados salmantinos han demostrado ser el motor que impulsa a los jugadores hacia la victoria en una tarde que promete ser inolvidable. Es el momento de unirse, de apoyar sin descanso y de transmitir esa energía positiva que debe llevar al Salamanca UDS a conseguir el Cum Laude. Como todo estudiante ante su examen final, la plantilla debe confiar en su preparación, en el trabajo realizado durante toda la fase de ascenso y en la calidad individual. Cada pase, regate o remate debe ser ejecutado con precisión y determinación.
Como dicen los estudiantes italianos antes de un examen: “in bocca al lupo” (en la boca del lobo) a lo que enseguida se responde: “crepi al lupo!” (¡que muera el lobo!). Que suene el pitido inicial y que el estadio Helmántico sea testigo de un espectáculo futbolístico para recordar. ¡Suerte, Salamanca!