Encuentro en mi renuncia al deseo
el sino que aguardaba por mi fiat,
arriba en el cielo y en la tierra
abajo donde rezo con mis obras.
Muy lejos del Juan Angel del pasado
camino a otro páramo en llamas,
ahora más cercano a mí mismo
mi nombre lo procuro con cuidado.
Aquí en el desierto de mi espíritu
herido en el amor a una rosa
esculpo en la palabra mi sustancia.
La dejo en la poesía boca arriba
tal cual si un girasol fuera su símbolo
devoto en su entrega a su Amado.
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