El fútbol de los pioneros es un ejemplo de lucha y progresión. Sin duda, fue un disfrute en su momento pero nunca podrá superar al fútbol futuro, más técnico, más táctico, más espectacular en velocidad y precisión, por más que nuestra memoria idealice hechos y cosas maravillosas del juego de anteayer.
He tomado algunos relatos del fútbol antiguo escritos por Osvaldo Soriano, un escritor solvente de aquel fútbol sorprendente:
“Cuando yo jugaba al fútbol, hace más de veinte años, en la Patagonia, el referí era el verdadero protagonista del partido. Si el equipo local ganaba, le regalaban una damajuana de vino de Río Negro; si perdía, lo metían preso”.
“Eso si, pegaban como si estuvieran en la guerra. Para ellos, que perdían siempre por goleada como visitantes, era impensable perder en su propia casa… nadie se animaba a jugarles de igual a igual porque circulaban leyendas terribles sobre la suerte de los pocos que se habían animado a hacerles un gol en su reducto”.
“El referí llegaba temprano, almorzaba gratis y luego expulsaba al mejor de los visitantes y cobraba un penal antes de que pasara la primera hora y la tribuna empezara a ponerse nerviosa.Después iba a buscar la damajuana de vino y en una de esas, si la cosa había terminado en goleada se quedaba para el baile”
Son relatos novelados, sin duda. Hasta graciosos cuando los lees. Pero yo me acuerdo de un hecho verídico, todavía me violento al recordarlo, mitad de los sesenta, siglo pasado, campo de Santa Lucía, Hullera, el árbitro Oliva no podía entrar en casetas después de suspender el partido, porque al llegar a la banda un jugador “leñero” de toda la vida, que ese día no jugaba, le amenazaba con un paraguas. Media hora duró aquella pugna desigual con un público enfervorecido. Aquel jugador, muy conocido en la Tercera División, Grupo 13, lo llamaban Chuca, cuando ibas a sacar una falta se agachaba delante del lanzador, cogía un puñado de tierra, y te la echaba a los ojos. Era un fútbol de “far west”. Auténtico. Época dorada, pero aquello no debe volver… Futbol romántico de juzgado de guardia…