Queridos lectores: Este año he querido celebrar la fiesta del libro hilvanando unas líneas de gratitud para quienes tenéis la costumbre de abrirme todos los días y recorrer con cariño mis páginas. ¿Qué sería de mí sin vosotros?
Gracias por permitirme ser vuestro maestro, las personas cultas no son las que tienen muchos títulos, son las que leen mucho y bien; gracias por permitirme acompañaros, las personas que sufren de soledad es porque huyen de mí, conmigo nadie está solo, todos viven rodeados de amigos; gracias por permitirme enseñaros a distinguir la mentira que mis enemigos disfrazan de verdad de la verdad que los mismos disfrazan de mentira; gracias por permitirme prestaros mis alas para recorrer el mundo, las personas que no me leen viven su vida, las que me leen viven las vidas de todos mis protagonistas; gracias por permitirme conectaros con los que sufren guerras, hambre, injusticias y violencia organizada para que puestos en su lugar tengan quienes defiendan sus derechos; gracias por permitirme capacitaros para saber huir de la estupidez, de la mediocridad, de la incoherencia y de la ignorancia; gracias por permitirme ayudaros a crecer como personas para que nunca dejéis de ser respetados; gracias por permitirme formaros para decir sí cuando hay que decir sí y no cuando hay que decir no; gracias por permitirme recordaros los errores del pasado para que en el futuro no vuelvan a repetirse; gracias por permitirme impedir que os manipulen, que os tutelen y os impidan ser libres ; gracias por permitirme entrenaros en el desprecio a los necios y el respeto a los sabios; gracias por permitirme daros la oportunidad de reír con los que están alegres, de llorar con los que están tristes y de comprender a todos, y gracias, sobre todo, por dejarme la esperanza de que vuestro amor a los libros seguirá multiplicando el número de lectores hasta que leer sea el único deporte practicado por todos.
Firmado: El libro.