Se menciona mucho a la Vía de la Plata, la línea ferroviaria en eterno rifirrafe entre los dos grandes partidos tras desparecer en 1985. Cabalmente definido por el significado atribuido por el Diccionario de la RAE a esa palabra: “Contienda o bulla ligera y sin trascendencia”, salvo la desaparición física de la infraestructura. También durante 40 largos meses desde finales de 2020 se desarrolla el proyecto “LIFE Vía de la Plata”, un tanto extraño, incluido en la Estrategia de Infraestructura Verde de Salamanca. Según su web “consiste en poner en marcha y demostrar la estrategia red de infraestructura verde en una ciudad Patrimonio de la Humanidad convirtiendo su vía pecuaria "Vía de la Plata" en corredor verde”. Por fin se licitan y adjudican obras relacionadas con él.
Imagen extraída del Plan de Gestión de la Ciudad Vieja. En verde el tramo de la Calle de San Pablo sin peatonalizar en pleno espacio declarado Patrimonio de la Humanidad.
“Servirá para testear y demostrar cómo una estrategia de infraestructura verde puede provocar cambios positivos en la ciudad y sus ecosistemas.” Además, se obtendrán una serie de parámetros “para poder planificar mejor y anticipar posibles escenarios que ayuden a mitigar el cambio climático en la ciudad”. “Cuenta también con un ambicioso plan de transferencia de conocimiento para que sus resultados puedan ser utilizados por otras ciudades españolas y europeas”, confiemos incluya a la ciudadanía salmantina.
Las zonas del LIFE Vía de la Plata en el término municipal de Salamanca.
Magnífica idea, si bien en su momento apunté que seguramente sería más efectiva y útil interviniendo en toda la ruta ganadera a lo largo de la provincia, recuperándola para el disfrute ciudadano. Una vieja demanda de colectivos ciudadanos. De momento serán 6 zonas de intervención en el municipio de Salamanca. La 2 y la 3 son plenamente urbanas, la 4 el río y la 5 el Valle del Zurguén, el resto están en los accesos a la ciudad.
Actuación en la Calle de Gran Capitán. En morado la zona verde trastocada en mantenimiento del aparcamiento con pavimento drenante.
La zona 2 incluye las Calles de Torres Villarroel y Gran Capitán. La primera ha desaparecido de la obra. En la segunda la inicial sustitución de aparcamiento por setos y arboles la reemplazan por pavimentos drenantes manteniendo los vehículos aparcados. Ensanchar aceras, plataforma única para vía de convivencia o cualquier cosa de trascendencia, nada. En el caso de Torres Villarroel ¿será mucho confiar en haberla repensado e instalar, por ejemplo, un más útil carril bus y de emergencias en sentido contrario solicitado hace décadas? Por cierto, en la zona 1 al final intervienen en la Carretera de Zamora, no en la cañada ganadera en paralelo a unas decenas de metros.
La zona 3 discurre por las Calles de San Pablo y Zamora. Si fueran a peatonalizar totalmente la primera (mejor que los pasos de cebra drenantes) y arborizar las dos..., no parece. Permeabilizar el suelo para facilitar la llegada de agua al subsuelo es bueno, pero “contribuirán a potenciar la biodiversidad y a reducir el efecto ‘isla de calor’” mejor en parques, plazas o áreas de juegos infantiles, pavimentadas según la última moda. Más que nada por su extensión, aunque pequeños espacios pueden aportar si se mantienen.
Desde luego plantar más árboles en la Calle de Zamora, y otras como la de Toro, no necesitan tanto y tan publicitado plan. Solo verdadera disposición favorable a la sostenibilidad, y en esas calles se han tapado alcorques. La Calle de San Pablo también admite árboles en varios lugares, ya veremos su próxima peatonalización parcial. El ‘Árbol de Salamanca’ en Poeta Iglesias, donde desde hace años debería haber más árboles como en la cercana Calle de Quintana, mejor no comentarlo. Por lo demás, bienvenido sea el nuevo salto peatonal de “alcorque corrido”. ¿La “señalética informativa durante el recorrido” se integra en un proyecto global para toda la ciudad?
Antes y después de la Calle de Zamora. Es de imaginar que el "alcorque corrido" se podrá cruzar.
En definitiva, una muy publicitada actuación que por fin podremos ver. Pero de eficacia dudosa, incluso no me sorprendería alguna otra marcha atrás. Afrontar el Calentamiento Global y la Emisión de Gases de Efecto Invernadero, además de aumentar arbolado y vegetación también demanda reducir espacio a quien provoca los problemas, y no se hace. Recuperar todas las vías pecuarias como corredores verdes y garantizar el libre discurrir de la gente por los caminos públicos resulta más útil y eficaz. Si se pone en valor patrimonio como las viejas calzadas romanas, mejor. De todas formas, enhorabuena a los conversos ambientales.
Antes y después de la Calle de San Pablo. Quizás sea el espacio peatonal es el que se resienta.