Un hecho puntual en este lugar evitó muertos o heridos por un incidente en el centro de la ciudad
Es una pequeña cuesta que permite el acceso a la Catedral de Salamanca desde el Puente Romano. De hecho, hace siglos era una vía destacada para entrar en la ciudad charra.
Y su nombre recuerda una hazaña que ya tiene más de cinco siglos. En el XV vivía en Salamanca un fraile agustino que logró la paz en la capital del Tormes, tras mediar entre los bandos de Santo Tomé y San Benito, que llevaban décadas enfrentados.
San Juan de Sahagún, que después sería nombrado patrón de la ciudad, también se hizo famoso por varios milagros y uno de ellos es el que tuvo lugar en la calle que nos ocupa, donde se encontró con un toro bravo que se había escapado y provocó gran alboroto en esa parte de la ciudad por el peligro que suponía.
Sin embargo, el religioso se puso delante del animal y le dijo "tente necio". Sorprendentemente el animal se detuvo y pudieron devolverlo sin problemas al corral del que había escapado. Aquella frase es la que se recuerda para denominar el mismo lugar en el que acontecía ese hecho.
Hoy en día, ya en el siglo XXI, esta calle es una de las vías del casco histórico de Salamanca más transitada por los visitantes que llegan por el sur y pasan por Tentenecio para acceder al centro de la ciudad.
Foto de David Sañudo