El gobierno ordena derribar una presa más. La de Valdecaballeros, en Badajoz, y dejará sin agua a una comarca ganadera de climatología bastante cálida. En Extremadura debería hacer un test a los votantes para que puedan votar. No es normal. Nadie sale a la calle a defender sus recursos. La agricultura tradicional fue de supervivencia, pero hoy cultivar los secanos lo es más. Temperaturas altas y sequía, condenan a las cosechas. El agricultor es una especie en peligro de extinción y con él nuestra propia supervivencia y la de muchas especies como el sisón, la avutarda, la codorniz, la perdiz o el aguilucho cenizo. Los ganaderos de ochenta vacas o menos de trescientas ovejas van cerrando su explotación y se jubilan o se van a trabajar a la ciudad. El medio rural se abandona sin ellos.
Cuando los que nos administran deberían agudizar la mente, arremangarse y ponerse a trabajar no se estila. Que clase de trastorno puede tener un país para que personas que no tienen para comer voten a los que les roban la comida y la riqueza. Si aupamos al cutrerío tenemos cutrerío. Si bien es cierto que la política española es ya un escenario donde se representa la pantomima de la democracia, se está llegando a un punto en el que los actores representan esperpénticos espectáculos que muestran que muestran la triste realidad de una sociedad profundamente decadente. La indemnización por la diputada y presidenta catalana expulsada del Parlamento de Catadisney va a ser de cuatrocientos noventa y seis mil euros. Para reír o llorar pero es lo que hay al despenalizar la corrupción. Pero peligran las pensiones de los demás. Bruselas califica a España como un país de alto riesgo por su elevada deuda pública.
Cuando creíamos que lo habíamos visto todo después de que los trenes no quepan por los túneles en Cantabria, en Guadalajara las camillas no caben en los ascensores de un hospital de nueva construcción. Un episodio más en el circo de las instituciones españolas. Una de las consecuencias de la independencia de Cataluña y de las vascongadas sería la rotura de la línea de suministro de cuchillos, machetes y navajas de acero albaceteño tan necesaria para mantener el turismo de robo con violencia que se impulsa en esos territorios.
Los pobres no van a vivir mejor porque a la clase media se la empobrezca a impuestos porque el talento y el dinero se va a otros sitios donde puede vivir de acuerdo a sus intereses. Pocos ciudadanos son conscientes que en estos momentos con el IRPF, el 21 % de IVA, y demás impuestos tan sólo les queda un 20% de lo que ganan para vivir y ahorrar. Es lo que hay. La última de la chupipandi es que acaban de hacer indefinidas a las dieciséis mil trabajadoras marroquíes que cada año vienen tres meses a España a recoger la fresa. A las de aquí la dieta del nabo.
Se ha conocido que uno de los grandes donantes del partido demócrata es el que financia y está detrás de la demanda de la señorita de moral distraída contra Trump. Todas las mentiras están siendo develadas. Trump ha lanzado dos señales muy importantes a las que se debe prestar atención: el riesgo de una III guerra mundial de carácter nuclear táctica y la pérdida del estatus del dólar como moneda de reserva y referencia mundial.
Ninguna de las dos habría pasado con él, ni siquiera la guerra de Ucrania donde la corrupción en las instituciones y de los propios combatientes se ha disparado en forma alarmante. Ucrania se va a convertir en otro estado fallido más. Estamos asistiendo en directo al suicidio de nuestra cultura. En Salamanca nos queda que después del hornazo nos tocará conquistar la galaxia.