La comunidad de Castilla y León está montada como si fuese la comunidad de ‘Valladolid y sus colonias’, siendo la ‘intocable’ Ley de Sedes el mejor ejemplo de ello.
Esta semana uno de los asuntos que se trató en el pleno de las Cortes autonómicas fue la posible modificación de la Ley de Sedes de Castilla y León, al haber solicitado Unión del Pueblo Leonés (UPL) mediante una Proposición No de Ley que esta se reforme para que haya un reparto equitativo de consejerías e instituciones de la comunidad entre las diversas provincias que la integran.
Sin embargo, la iniciativa no salió adelante, merced al rodillo de PP y VOX, que votaron en contra, cerrándose en banda ante esta petición, apostando por mantener con ello el texto de la Ley autonómica 13/1987, de 29 de diciembre, por la que se determina la sede de las Instituciones de Autogobierno de Castilla y León, que fue aprobada en su día por el acuerdo de Alianza Popular (actual PP) y el PSOE.
Una Ley autonómica, la 13/1987, que posee un artículo único, en el que se señala que “Las instituciones básicas de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, Cortes de Castilla y León, Presidente de la Junta de Castilla y León y Junta de Castilla y León, en que se expresa su autogobierno, tendrán su sede en la ciudad de Valladolid.”
O dicho de otro modo, en una comunidad autónoma como Castilla y León, que carece de capital oficial, hay una Ley que hace que una ciudad (Valladolid) ejerza de capital sin serlo formalmente, centralizándose en ella todas las principales instituciones de la comunidad.
De nada sirvió la argumentación dada este miércoles en el pleno por el portavoz de UPL, Luis Mariano Santos, reclamando el reparto de sedes, para lo cual recordaba no solo que la comunidad carece de capital, sino que además está formada por nueve provincias, así como las dos regiones históricas que le dan nombre.
Y precisamente a este último hecho se agarraron como a un clavo ardiendo los procuradores de PP y VOX, Ángel Ibáñez y Francisco Javier Carrera, para rechazar el reparto de sedes, con un tono especialmente beligerante por parte del representante de VOX, que llegó a definir la propuesta como “un despropósito” y “delirios disgregadores de falsos victimismos”.
Asimismo, el representante de VOX afeó a la UPL que hablase de la Región Leonesa, señalándole que al hacerlo “nos retrotrae a épocas medievales”, mientras que el representante del PP, respecto a la formación de la comunidad de Castilla y León por dos regiones, señaló que “la birregionalidad a la que alude no existe”, a pesar del nombre de la comunidad y lo que apunta el Preámbulo del Estatuto.
Por su parte, en el turno de réplica, el representante de UPL volvió a insistir en la necesidad de descentralizar las sedes de la comunidad, alegando que “no son solo los funcionarios, sino también lo que se genera alrededor de la estructura administrativa”, recordando que todos los clusters económicos de la comunidad han acabado fijando su sede en Valladolid.
Y es que, la centralización de sedes de la comunidad en Valladolid ha contribuido a que su provincia sea de largo la que acoge más parte de los casi 90.000 funcionarios que tiene la Junta. Un hecho que también ayudaría a explicar parte de la evolución demográfica en la comunidad, ya que la provincia de Valladolid tiene 40.000 habitantes más que al crearse Castilla y León en 1983, mientras que en el mismo periodo la Región Leonesa (Salamanca, Zamora, León) ha perdido 180.000 habitantes.
Sin embargo, a pesar de todo ello, desde la Junta de Castilla y León se sigue apostando por la centralización en Valladolid de todo aquello centralizable, como se sigue camuflando cada año el hecho de que la mitad del Presupuesto autonómico, que se presenta sin provincializar, acaba siendo principalmente inversión en Valladolid aunque no se presente como tal, dado que es esta ciudad la que acoge todas las Consejerías, las Cortes y la mayoría de sedes.
Y es que al final, la comunidad de Castilla y León está montada como si fuese más bien la comunidad de ‘Valladolid y sus colonias’, siendo la Ley de Sedes el mejor de los ejemplos, resultando intocable para aquellos que se sientan en la poltrona juntera. Mientras tanto, provincias como Salamanca, y zonas como La Raya, seguiremos de capa caída esperando que se mire por nosotros para algo más que para darnos migajas.