Los orígenes de esta festividad se remontan al siglo XVI cuando Felipe II asombrado por la situación "lujuriosa" en la que se encontraba la ciudad de Salamanca, promulgó un edicto en el cual decretó la prohibición del comercio carnal durante la Cuaresma, por lo que las prostitutas debían abandonar la ciudad en un destierro temporal al otro lado del río. El responsable y encargado de vigilarlas y cuidarlas era el “Padre Putas” Clérigo encargado de vigilar, cuidar y atender a las prostitutas durante todo el año, cargo, al parecer, instituido por las ordenanzas de la Casa de la Mancebía por licencia del príncipe Juan, hijo de los Reyes Católicos, durante su estancia en Salamanca como pupilo del obispo, Diego de Deza.
Precisamente el Padre Putas sería quien más tarde acompañaría a los estudiantes, que regresaban a la ciudad al concluir las vacaciones de Semana Santa, a cruzar el río en barca con ramas, de ahí el nombre de RAMERAS. A fin de rescatar a las chicas de su exilio. Organizaban juntos una gran fiesta en las orillas del río Tormes, en la que no faltaba música, hornazo y abundante vino y seguramente alegres retozos por la verde hierba .Es primavera y ya sabemos el refrán: La sangre altera.
En la actualidad se sigue celebrando el Lunes de Aguas, es costumbre que los salmantinos se reúnan en el campo y coman el tradicional hornazo, acompañado de otras viandas como la tortilla de patata, quesos y embutidos. Algunos de los lugares más frecuentes para pasar este día son las riberas del Tormes a su paso por La Aldehuela o en el parque Antonio de Nebrija. Un poco más alejado de la ciudad también es habitual encontrarse corrillos de amigos y familias celebrando el día en los puentes del Río Alagón, La Alberca, Valcuevo, Ledesma, Aldeadávila de la Ribera, el Pozo de los Humos o Puente Congosto.
Muy sencillo de hacer en los hogares: masa de harina de trigo rellena de chorizo, lomo, jamón y lugares como La Alberca-huevo cocido en el horno conjuntamente con la masa y el mondongo o relleno.
Sin embargo, el hornazo ya no solo se consume el Lunes de Aguas, es un producto no estacional, siendo protagonista de fiestas familiares, encuentros profesionales y sociales y una apetecible opción para meriendas o tentempiés improvisados.
¡Feliz Lunes de Aguas!