Una vez pasada la pandemia, es posible concertar visitas guiadas en las que el público puede observar el ganado bravo en plena dehesa del Campo Charro
El Cubo de Don Sancho ostenta en exclusividad ser el único municipio de España propietario de una ganadería de bravo, una circunstancia que se remonta varias décadas atrás y que ha hecho que este municipio del Campo Charro sea conocido incluso más allá de la Península Ibérica.
Pero mantener este tipo de ganadería no ha sido fácil en este tiempo, la reducción de festejos taurinos hizo que el ganado bravo bajase a precios insostenibles para muchas ganaderías, lo que obligó a su Ayuntamiento a reducir el número de reses y a orientar la finca municipal de Rollanejo a otras alternativas ganaderas, pero sin renunciar a los orígenes que motivó su compra siendo alcalde Pedro Moro.
Con la llegada de Emiliano Muñoz a la Alcaldía, hace 12 años, Rollanejo da un giro con el objetivo de sacar una mayor rentabilidad económica a la finca y hacer frente a una importante deuda para un municipio de poco más de 400 habitantes. Se reduce el número de vacas madre y se adquieren cerdos ibéricos y novillas F1 de charolés para la producción de vacuno de carne, se mantiene la cría de novillos de bravo para festejos en la provincia, ahora con nueva sangre, si bien persiste la procedencia de El Raboso.
Ahora, la finca de Rollanejo, además de su capacidad ganadera, es un espacio genuino, distinto, que ofrece unas posibilidades infinitas a lo que actualmente se conoce en el sector turístico como ‘experiencias’, donde el visitante puede sentirse partícipe de cómo se gestiona una ganadería de toros bravos al mismo tiempo que observa la cría y engorde de terneros de carne, o se curan jamones ibéricos. Además, ofrece un componente gastronómico importante fruto de Rollanejo como son sus embutidos ibéricos y la mejor carne de ternera posible, productos derivados de animales criados en total libertad y alimentados de manera natural.
Por otro lado, una vez pasada la pandemia, es posible concertar visitas guiadas en las que el público puede observar el ganado bravo en plena dehesa del Campo Charro, las piaras de cerdos ibéricos bajo las encinas y el vacuno manso de carne en régimen de extensivo, en plena naturaleza a orillas del río Huebra.
Con todo lo anterior no es difícil adivinar que uno de los retos futuros en El Cubo de Don Sancho sea la apertura del Aula de la Naturaleza como centro destinado al alojamiento, pues además Rollanejo ofrece desde no hace mucho un corredero para la celebración de pruebas de acoso y derribo, un sector, el ecuestre, que aglutina a muchísimos aficionados pero que carece de instalaciones para el desarrollo de esta actividad.
Pero además de las infinitas posibilidades turísticas que ofrece, El Cubo de Don Sancho es un lugar con todos los servicios y comodidades que se le pueden pedir a un pueblo. Conto dos los servicios básicos cubiertos, destacan sus piscinas o su residencia de mayores, que estará en marcha en breve tras el esfuerzo realizado por el Ayuntamiento durante varias legislaturas.