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LAS ARRIBES
Actualizado 05/04/2023 00:04:54
Miguel Corral

La orografía de las Arribes se presta como ninguna otra a la proliferación de cauces fluviales que giran en torno al Duero, y de ellos surgen infinidad de propuestas senderistas con el agua como elemento principal del paisaje

Hablar de Arribes es hablar de profundos cañones, cortados, fayones, racheros y gargantas por donde discurren ríos, riveras, arroyos y regatos. La orografía de las Arribes se presta como ninguna otra a la proliferación de cauces fluviales que giran en torno al Duero, pues todas las aguas que surcan este territorio acaban finalmente entregándose al ‘rey de las Arribes’ antes de despedirse de los almendros de La Fregeneda para dirigirse camino del Atlántico en Oporto.

Es por ello que las Arribes propone infinidad de Caminos del Agua imposible de abarcar en unas líneas, pues sería necesario todo un libro para describir cada uno de los lugares de interés en los que la naturaleza, unida al agua, se convierte en algo extraordinario. Su eje lo pone el Duero y el GR-14 que atraviesa la vertiente salmantina del Parque Arribes del Duero tras su entrada por Trabanca, en el puente de San Lorenzo, y salida en el muelle de Vega Terrón de La Fregeneda, este sendero de gran recorrido marcaría el primero de los Caminos del Agua de las Arribes.

Y en ese camino de norte a sur nos encontramos con Villarino de los Aires, municipio en el que su Ayuntamiento habilitaba hace dos años la Ruta del Desgalgadero y Cuevas de Vendemoro, recorrido circular en el que se puede observar en épocas de crecida de los arroyos la espectacular caída del agua sobre un lastrón de más de 60 metros de altura, y en épocas de escasas correntías el Cañón del Encuentro y las Cuevas de Vendemoro en el cauce del Tormes. Además, otra ruta atractiva y casi desconocida, además de exigente, es la de Arnales, lugar este que invita al reencuentro con uno mismo.

Un poco más abajo se encuentra Pereña de la Ribera, uno de los municipios que más ha trabajado su oferta senderista con la creación de varias rutas, todas ellas señalizadas desde el casco urbano, donde también se halla un panel indicativo con las características de cada una de ellas. A esta labor se suma un mantenimiento idóneo. Además de las conocidas del Pozo de los Humos y el Pozo Airón, las dos grandes joyas del Parque Natural Arribes, Pereña dispone de una red de senderos de titularidad municipal en la que se integra el GR-14 y puntos tan especiales como el Arenal o el Picón de la Tabla, que bordea la orilla del Duero por debajo de la ermita de la Virgen del Castillo.

Seguidamente aparece Masueco con la otra vertiente del Pozo de los Humos y también su cascada del Pinero o Cola de Caballo, uno de los saltos de agua más bellos junto con el Pozo Airón, todos ellos situados sobre el cauce del rio Uces. El cauce del Duero nos lleva de Masueco a Aldeadávila, donde es visita obligada su presa, escenario de la última entrega de Terminator, Doctor Zhivago o La Cabina. Tampoco debemos olvidar la cascada del Rupurupai y sí debemos aprovechar para dar un paseo en barco en la playa del Rostro.

En Mieza la imagen del Duero eclipsa al resto de su paisaje, su bosque de almez, o las vistas desde los miradores de la Peña del Águila o de La Code, este último capaz de ensimismar al propio Miguel de Unamuno. Vilvestre ofrece en sus rutas la posibilidad de observar varios molinos que en un tiempo sirvieron para moler el cereal o la extracción de aceite. Asentados sobre cursos de arroyos como el Molino de la Luisa o el molino de Abajo son un complemento perfecto al objetivo final en Vilvestre, que no es otro que realizar un paseo en barco, desde el muelle de La Barca, en un Duero amansado por la presa de Saucelle. Precisamente, Saucelle propone como principal destino en sus Caminos del Agua la visita al Salto para ver su presa y la desembocadura del río Huebra, y de paso disfrutar la cocina de la Posada Real ‘Quinta de la Concepción’.

Ya en Hinojosa de Duero es visita obligada el Cachón del Camaces, la Ruta del Contrabando y el mirador de la Peña la Vela, opciones para quienes busquen emociones fuertes, accesible para todos hasta el Mirador del Contrabando, pues a partir de este punto aumenta de dificultad. En La Fregeneda el curso del Duero nos conduce a Vega Terrón, el único muelle fluvial de Castilla y León y donde también entrega sus aguas al Duero el río Águeda, estuario en el que se ofrecen paseos en barco, piragua y otras actividades ligadas al agua. Aquí el Duero fronterizo desparece para convertirse del todo en portugués.

Pero más arriba, los Caminos del Agua continúan por los afluentes del Duero. En Lumbrales el patrimonio natural se da la mano con el patrimonio arqueológico en varias rutas de senderismo de gran interés, cultural e histórico. En torno al castro vetón de Las Merchanas, a orillas del río Camaces, se articula una pequeña red de senderos que parte del camino de acceso a pie al recinto. El primer sendero nos lleva al Mirador del Castro, la estación interpretativa que ofrece un primer acercamiento al recinto. Del camino principal también parte el sendero que conduce al mirador del Pocito Manzano, levantado sobre un roquedal desde el que se contempla la inmensa mole granítica que acoge el castro y a sus pies, el Camaces. En Sobradillo se asienta la Casa del Parque Natural Arribes del Duero, pero además ofrece rutas como la del Mirador del Molinillo que impresiona la vista que ofrece el Águeda. En época de lluvias es imprescindible realizar la ruta del Cachón del Barrido y La Diabla sobre el cauce del río Morgáez. Todo un espectáculo. Otra ruta ineludible es la del Puente de los Franceses en San Felices de los Gallegos, especialmente coincidiendo con la crecida del rio Águeda.

Entorno de Almendra

Pero la oferta senderista de Las Arribes va mucho más allá de los cañones ligados a los ríos. Los municipios ligados al embalse de Almendra, como el que da nombre al ‘mar de Castilla y León’, junto a Monleras, Villaseco de los Reyes o Sardón de los Frailes, constituyen un nuevo paisaje para disfrutar de la naturaleza, especialmente por la avifauna que puede observarse en este gran pantano.

Valles del Yeltes y Huebra

Otro destino muy atractivo se encuentra en el valle del Yeltes con recorridos por Villavieja de Yeltes, Villares de Yeltes, Bogajo y el castro vetón de Yecla de Yeltes a orillas del Huebra, también en la ribera del Huebra, Rollanejo, en El Cubo de Don Sancho, donde además se ofrecen otras actividades relacionadas con el aire libre, la naturaleza, la ganadería de bravo y actividades ecuestres.

También fuera de los límites del Parque Natural Arribes, Vitigudino se ha sumado al mapa de rutas senderistas con dos recorridos muy interesantes y que discurren por sus campos adehesados, espacio en el que se puede observar su espectacular avifauna. Ambas rutas, una de ellas con recorrido incluido por su casco urbano, han sido señalizadas recientemente y son aptas para ser recorridas por toda la familia.

Las maravillas del Uces

Además del Pozo de los Humos en las vertientes de Pereña y Masueco, así como el Pozo Airón y la del Pinero o Cola de Caballo dentro de los límites del Parque Arribes, el río Uces sorprende mucho antes de encajonarse entre ambos municipios en busca del Duero. En momento de crecidas, su paso por la localidad que le da nombre es un espectáculo, ver cubrir el agua los pontones de piedra y rebasar el azud que alimenta de agua un molino es una estampa que nos cautivará para siempre, como ver correr sus embravecidas aguas en el Puente Palo de Cabeza del Caballo.

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