La expresión franciscana en la calle el Sábado de Pasión es de absoluto silencio, austeridad y seriedad, señala el hermano mayor, José Manuel Ferreira
Si hay algo que caracteriza a la Hermandad Franciscana del Santísimo Cristo de la Humildad es la austeridad. Creada para colaborar con Tierra Santa, su objetivo cada año es enviar un tanto por ciento muy alto de las cuotas de todos los hermanos, explica José Manuel Ferreira, el hermano mayor. “Esa parte, la más importante para nosotros, está cumplida. Si fracasamos ahí, nuestra Hermandad no tiene ningún sentido”.
“No nacimos para hacer una procesión, nacimos para este cometido. Luego ya aparte celebramos la marcha penitencial, el Sábado de Pasión”. Una procesión que esta Semana Santa cuenta con una importante novedad para los hermanos: en vez de salir de la iglesia de San Martín, que está en obras, lo hará desde Capuchinos. “Al ser una hermandad franciscana, salir de un convento franciscano va a ser algo muy emocionante”, señala Ferreira.
Salen a procesionar con el Cristo de la Humildad, el Cristo de San Damián (conversión de San Francisco) y el Cristo de la Fraternidad, sin parar en la calle en ningún momento durante las aproximadamente dos horas que dura el recorrido. Es un momento especial y de absoluto silencio, “es nuestra expresión franciscana en la calle. Es de absoluto silencio y seriedad”.
No llevan música, “solo dos tambores destemplados charros”, y la Schola Gregoriana Gaudete de Zamora los acompaña con cantos gregorianos. Es una procesión “que podríamos ponerla en el siglo XVI sin problema ninguno”.
“No podemos tener música, ni flores, porque todo el dinero que podemos lo mandamos para Tierra Santa”, explica. La austeridad es total, “rechazamos por principio todo lo que suponga gastar dinero en cosas perecederas. Por ejemplo, se muere un familiar y no hay flores, se dice la misa y punto. Lo sabemos todos, todos somos creyentes, la misa es más importante que unas flores que se van a estropear en el cementerio y normalmente ya hay muchas flores siempre”.
Salvo la salida, no tienen ninguna otra novedad; “no aspiramos a tenerlas, creemos que no hay que innovar nada. Tenemos ya lo que tenemos, somos muy humildes, sacamos tres obras de arte de cierta categoría, no porque tuviésemos mucho dinero para comprarlas, si no porque los artistas fueron muy compresivos con nosotros”, señala Primitivo. Un pequeño cambio, apunta, es que este año van a sacar en procesión un farol pequeño de La Alberca, que usaban las mujeres para ir al cementerio y que les regaló el poeta José Luis Puerto, así como otros dos faroles del convento Franciscano de Ciudad Rodrigo de Las Clarisas. Todo en su desfile procesional está relacionado con los franciscanos o con Salamanca.
La vinculación de la hermandad con Tierra Santa surge a raíz de la muerte de un franciscano en Siria, primo de José Manuel Ferreira. “Estuve en Siria y he visto con mis propios ojos todos los problemas que hay allí. Por eso, hemos ido formando un grupo de gente, no somos muchos, porque no queremos tener multitudes. Llevamos muy bien, por ejemplo, el tema de las cuotas, todo el mundo las paga, porque saben que en la Cuaresma hay que mandar el dinero a Tierra Santa. Esa nuestra filosofía”.
En Tierra Santa, Siria, Jordania y Líbano, entre otras, “los franciscanos son guardines de los santos lugares del cristianismo y además ayudan a los cristianos de esas zonas que lo están pasando muy mal”, de ahí que la misión de esta hermandad salmantina sea ese apoyo con sus cuotas.
Además programan peregrinaciones a Tierra Santa; este año será en junio. Ferreira recuerda la gran vinculación del custodio de Tierra Santa, la máxima autoridad franciscana de la zona, que es hermano mayor honorífico de su hermandad y vino desde Jerusalén a Salamanca a bendecir su imagen en el año 2017. “Tenemos muy buena relación, nos sentimos muy queridos por ellos”, resalta.
La Hermandad Franciscana del Santísimo Cristo de la Humildad cuenta con alrededor de 120 hermanos; de ella no pueden formar parte niños, porque “tiene carácter penitencial”; solo se puede pertenecer a partir de los 16 años.
Fundada en el año 2016, este será el cuarto año que salgan a la calle el Sábado de Pasión.