OPINIóN
Actualizado 25/03/2023 09:01:29
Francisco Aguadero

En estos tiempos de cambios acelerados y redes sociales siempre hay algún camino abierto hacia las urnas. Se acabaron aquellos otros tiempos en los que, una vez pasadas las elecciones, los políticos se olvidaban de sus promesas y de sus votantes, hasta llegadas las vísperas de otras elecciones, para pedir de nuevo el voto. Ahora los políticos están diariamente en el candelero, utilizando sus propias redes sociales para lanzar mensajes o expuestos a las críticas de los medios de comunicación y de los internautas.

Aun cuando las campañas electorales siguen teniendo sus tiempos y sus normas, lo cierto es que parece estemos en campaña permanente. En el caso de España, estamos en año electoral con elecciones municipales y autonómicas en primavera y generales en otoño. Las normas electorales marcarán las diferentes campañas, pero lo cierto y real es que no habrá más que una, continuada, y esta ya ha empezado.

En pleno año electoral, una moción de censura como la que hemos tenido esta semana, podía ser muchas cosas, pero desde luego es una antesala que abrió la puerta no solo a las elecciones primaverales, también un ensayo del debate para las elecciones generales de fin de año. La moción de censura a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, presentada por la extrema derecha con Ramón Tamames como candidato, ha sido de todo menos lo previsto en la Constitución: no ha tenido en cuenta el mandato constitucional, que pide que la moción de censura sea constructiva, a esta los grupos parlamentarios la han calificado de destructiva; se la tachaba de teatro, circo, esperpento, por parte de todo el espectro político y de los medios de comunicación, y así ha sido; se esperaba que el candidato presentara un programa de gobierno coherente, pero no ha ido más allá de cuatro ideas nada originales y algún error de bulto.

La aritmética parlamentaria indicaba que la moción sería un fracaso, pero se esperaba un mayor nivel de altura por parte del candidato. Su discurso pareció más una conferencia de quien fuera un ilustre profesor, que una propuesta de Gobierno alternativo. Puede que el ego y la vanidad de Ramón Tamames le haya perdido. El profesor Tamames ya tenía su lugar en la historia, no necesitaba protagonizar esta comedia, utilizando como escenario el templo de la democracia española donde reside la soberanía nacional, el Parlamento. Fuimos muchos quienes nos introdujimos en la economía estudiando su mítica obra de “Estructura Económica de España” y nos ha decepcionado su visión trasnochada que no se corresponde con la España real actual ni con el futuro.

La moción de censura sí parece que haya cumplido el objetivo último de quienes la presentaron, en cuanto a utilizarla como instrumento de propaganda para reclamar la atención de los españoles, como punto de partida del camino hacia los próximos procesos electorales y, de paso, también ha sido aprovechada, en el mismo sentido, por algunos otros grupos políticos.

A 65 días de las elecciones municipales y autonómicas y a nueve meses de las generales, la maquinaria electoral ya está en marcha, camino de las urnas. Cada partido cuenta con toda una legión de expertos, entre 10 y 20 responsable de campaña en las especialidades de estrategia, marketing político, comunicación, relaciones públicas, publicidad, propaganda, redes sociales y gestión de datos, que llevan ya tiempo trabajando en sus respectivos partidos políticos, con el objetivo de ganarse la voluntad de los votantes en las urnas. Por el camino se encontrarán ciudadanos convencidos con una u otra opción, indecisos, volatilidad, sondeos o encuestas de todos los colores, máxime, cuando lo que apunta la investigación demoscópica es que se puede dar un empate técnico entre los bloques de la derecha y la izquierda.

Instrumentos fundamentales de la preparación del camino hacia las urnas son las reuniones de coordinación y las encuestas. Las reuniones empiezan por las mañanas, temprano, a ellas asisten los responsables de campaña y en la agenda está el análisis de los datos. Con base en los mismos se establecen los objetivos, la estrategia y las actividades, entre las que toma especial relevancia el relato informativo de cada día.

Los sondeos o encuestas orientan el camino a seguir. Pueden ser propios o encargados por cada partido, institucionales como los del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), los realizados por medios de comunicación, o los de grandes corporaciones en forma de ayuda. Hay que tener en cuenta que la investigación social y concretamente las encuestas electorales son caras: entre 10 y 20 euros por entrevistado y, para que una encuesta sea fiable, ha de tener de 1.000 entrevistas para arriba. Con todo, las encuestas son una foto fija del momento y por ello es conveniente complementarlas con escuchas y análisis en las redes sociales, para captar y entender el estado de ánimo del ciudadano y el camino que puede tomar hacia las urnas. Por eso, los especialistas en redes sociales se superespecializan en cada red social concreta, estudiando y analizando cada usuario, para personalizar los mensajes.

El camino para ganar en las urnas está abierto, el campo de batalla es todo el territorio nacional, los sujetos pacientes son los españoles y extranjeros con derecho a voto, la batalla será intensa. Esperemos un mínimo de respeto entre la clase política, que no tensionen más la vida de los ciudadanos. Los populismos, la crispación y la polarización no son buenos consejeros para la marcha de un país. A los partidos políticos cabe pedirles que nos presenten propuestas claras, factibles de realizar y compromiso de llevarlas a cabo. Así nos facilitarán el camino hacia las urnas y será más fácil que cuenten con nuestro voto.

Les dejo con León Benavente y su versión de ''Bandera blanca"

https://www.youtube.com/watch?v=wcNGoxI4FgQ

Aguadero@acta.es

© Francisco Aguadero Fernández, 24 de marzo de 2023

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