Ha emprendido un intenso camino para logar dar con todos los que fuerón sus amigos desde los 12 años
Begoña Ávila amanece cada mañana en su casa de Vilanova i la Geltrú (Barcelona), con la ilusión más viva que el día anterior de lograr hacer realidad un sueño: el poder reunirse nuevamente, tras 35 años sin saber prácticamente nada, con sus amigos, que al final fueron casi familia desde su infancia.
Así arrancamos una historia que parece haber quedado dormida en el letargo del tiempo, ese que hace que los caminos del ser humano se separen físicamente, pero que, por mucho que se empeñen, no lo hacen ni mental ni emocionalmente.
Y es el sentimiento, las ganas de volver a saber, el que impulsa a Begoña a pedir ayuda, en un mensaje más que emotivo, en el que pedía colaboración para localizar a quienes fueron su “pandilla” de la infancia, sus amigos de toda la vida, algo que ha impulsado el comienzo de esta labor de investigación.
“Llevamos sin vernos desde 1988, ya que el verano de aquel año fue el ultimo que compartimos juntos, precisamente en el que nos hicimos la foto que os muestro” explica Begoña, quien además recuerda emocionada como “éramos muchos, y guardo con tanto cariño sus recuerdos que me he decidido a pedir colaboración para tratar de localizar a mis amigos, a esa gente que era todo y que desde hace 35 años no encuentro”.
Y es que son personas de verdadera importancia en su vida ya que, tal y como apunta, “nos conocemos y salimos juntos desde los 12 años, ¡imagínate! Volvernos a juntar después de tantos años y tanta vida sería verdaderamente especial para mí, y creo que para todos”.
Hoy, tras una primera labor de búsqueda personal, ha logrado encontrar a algunos, aunque el grupo no está, ni de cerca, completo, por lo que nos pide colaboración para localizar a todos.
“No recuerdo los apellidos, pero espero que, al verme, sepan que les estoy buscando” afirma Begoña, quien detalla que necesita saber y localizar a “María Luisa, Begoña que vive en Barakaldo, otra Begoña que no se donde vive…unidas a Flori que vive en Ávila, Raquel que vive en Madrid, las hermanas Manoli y Pilar, o Rosi y Marimar que creo siguen viviendo en Peñaranda. Puede ser que incluso quede alguien del grupo que no mencione pero que también era de nuestra panda asique necesito también de ellos”.
Se trata de un reto personal, que quiere ser una realidad, y que piensa en el momento de su mas que posible encuentro. “Si todo va bien y logramos reencontrarnos todos, estamos pensando en realizar una reunión este verano. Ojalá pueda ser realidad y lo logremos” espera Beatriz.