Lo hacen en familias o centros, mientras que los extutelados están acogidos en pisos de transición
¿Qué ocurre con los menores tutelados por la Junta cuando llegan a la mayoría de edad y no han podido volver con sus familias ni han sido adoptados? En estos casos, todo depende de la madurez del joven. Hay dos vías, si los profesionales de la Junta consideran que no están suficientemente maduros, pasan a un procedimiento denominado prolongación de actuaciones, por el que, pese a tener ya la mayoría de edad, siguen estando tutelados. De esta manera, pueden estar hasta los 21 años en las mismas condiciones y régimen que estaban cuando eran menores de edad.
Actualmente, en Salamanca hay 12 jóvenes que se encuentran en prolongación de actuaciones. Cuatro de ellos conviven en familias y otros ocho se encuentran en centro de protección.
La otra vía se realiza con los tutelados a los que al cumplir la mayoría edad se les considera con la suficiente madurez para ir hacia la vida adulta. En este caso, la Junta toma una serie de medidas, entre las que se encuentra la acogida en pisos de transición, donde tienen una mayor autonomía y se les enseña a caminar hacia la vida adulta, encauzarlos en estudios o buscar trabajo. Aquí la Junta trabaja con las entidades del tercer sector; en el caso de Salamanca, existen pisos de transición a la vida adulta llevados por Cruz Roja y Santiago I.
La Junta ya no puede tutelarlos, pero les realiza un seguimiento hasta que estén encauzados en su situación laboral. Reciben la Renta Garantizada de Ciudadanía y las entidades con las que hay convenio les ayudan a administrar esa paga mensual para que puedan ir aprendiendo a ser autónomos.
Dentro del Sistema de Atención y Protección de la Infancia en Castilla y León, se encuentra el trabajo de reinserción de menores infractores que han cometido delitos. Los menores de 14 años son inimputables y la Junta tiene centros específicos para ellos.
Son menores problemáticos, que delinquen y tienen alguna falta, por lo que están en centros específicos. Entre estos centros se encuentra el Zambrana, en Valladolid, que es centralizado para toda la comunidad de Castilla y León, donde cumplen determinados programas establecidos emitidos por sentencia judicial.
Cuando son problemáticos, pero no tanto, y no existe falta judicial, la Junta dispone de otro tipo de centros con programas educativos, donde también están controlados, pero disfrutan de salidas externas, van al colegio o el instituto…, hay mayor normalización. En Salamanca hay dos centros de este tipo, ambos los lleva Santiago I; en cada uno de ellos suele hacer siete u ocho menores.