Aunque fueron superiores, el partido tuvo mala pinta para los mirobrigenses durante muchos minutos, logrando voltearlo en el rush final
Dos largos meses después, desde aquel sorprendente 7-0 a La Cistérniga (desde entonces se habían disputado siete jornadas, con 5 empates y 2 derrotas como balance), el Senior del Ciudad Rodrigo se ha reencontrado con la victoria, invirtiendo curiosamente lo ocurrido en el fin de semana postcarnavalero de 2020. En aquel momento, dos semanas antes de estallar la pandemia, el Ciudad Rodrigo jugó como visitante en la tarde del Domingo de Piñata también ante el Villa de Simancas, quién le cortó una racha victoriosa (venía de 4 victorias y 1 empate).
En una franja prácticamente inédita en un partido oficial en el Francisco Mateos (el último databa de hace una década), obligada para no coincidir con la capea del Domingo de Piñata, el Ciudad Rodrigo fue un poco como el encierro a caballo de justo 7 días antes: se hizo de rogar la entrada de los goles al igual que ocurrió con los toros, pero en ambos casos se concluyó con una gran celebración.
Eso sí, el encuentro de la mañana dominical en el Francisco Mateos tuvo ‘mala pinta’ durante muchos minutos, ya que los mirobrigenses fueron claramente superiores, con mucha posesión, pero careciendo de finalización. De hecho, tras el gol inicial del Villa de Simancas en el 35’, las dos únicas intentonas del Ciudad Rodrigo que fueron entre los tres palos acabaron dentro (también lo hizo un fantástico remate de cabeza del debutante Murci en el primer balón que tocó, pero la acción fue anulada por fuera de juego).
ASÍ FUE EL PARTIDO
El Ciudad Rodrigo salió mandando con claridad, probándolo enseguida: Sergi desde la frontal en el 1’ (se fue al lado del palo izquierdo); Alberto García con un centro-chut que cogió el guardameta; o Jaime López en el 4’ desde la frontal obligando al portero a una gran estirada. El Villa de Simancas no lo probó hasta el 8’, con un balón lejano que se envenenó, enviándolo Pepo a una mano por alto a córner (el saque lo despejó el portero mirobrigense con un puño).
Los visitantes entraron en el partido, aunque el Ciudad Rodrigo enseguida volvió a tener más balón, generando eso sí ya menos peligro (una falta botada por Sergi en el 20’ cerca del área se fue al lado del palo izquierdo; y en el 26’, un fuerte disparo de Berro lo desvió Isma hacia la portería, pero al guardameta le pilló en el sitio oportuno sobre la línea). En esas estaba el partido cuando llegó el 0-1: el Villa de Simancas botó una falta en su campo que llegó a la frontal del área mirobrigense, donde un jugador le dio un golpe preciso al balón, que superó a Pepo por alto.
Acto seguido, el Villa de Simancas armó un buen disparo desde la media luna del área, que atrapó Pepo, dando paso a un tramo final del primer tiempo con más control por parte del Ciudad Rodrigo, pero con poco o nada que rascar en ataque. Esa fue la dinámica de buena parte del segundo tiempo, con una primera acción en el 49’ en la que Alberto García hizo un centro-chut que evitaron que fuera rematado de cabeza, generándose un tiro de Mario que desviaron in extremis a córner, en cuyo saque lo probó Maza marchándose el balón alto.
Mientras que el Villa de Simancas lo fiaba a contras (llegando a tener algún saque de esquina), el Ciudad Rodrigo remataba de forma muy aislada: en el 55’, Sergi de lejos, sin atinar entre los 3 palos; en el 68’, Jaime López con un centro-chut desde la derecha del área que atrapó el portero tras golpear en un defensa; o en el 74’, Maza con otro centro-chut desde una zona similar tras un pase de Adrián Gallego que también cogió el guardameta.
El partido no tenía buena pinta para el Ciudad Rodrigo, pero dio un golpe certero en el 77’, cuando Maza puso el balón desde la izquierda hacia el área, donde lo enganchó muy bien Alberto García al fondo de la red. El gol espoleó por completo al Ciudad Rodrigo, que se fue a por la victoria, con más corazón que peligro real (en el 78’, los visitantes blocaron un tiro de Alberto García en el área; y en el 87’, Maza botó una falta hacia el área, no llegando Murci al balón y enganchándola mal Alberto García).
El partido se iba consumiendo con el Villa de Simancas perdiendo tiempo (aunque de poco le servía un punto), teniendo precisamente que salir alguien del banquillo según se entraba en el tiempo de descuento a atender a un jugador que había caído en el área mirobrigense dolorido, pero que enseguida se levantó y se fue a la banda a pedirle al árbitro que le dejase entrar. Sin embargo, éste, de forma consciente, le dio largas, llegando justamente en ese momento el 2-1: Alberto García envió otro balón desde la izquierda, que fue rematado de cabeza hacia atrás por Sergi, acabando dentro de la red.
El descuento fue bastante largo, de 6 minutos, por esas pérdidas de tiempo visitantes, pero se controló más o menos bien, salvo por un saque de esquina en el último instante que generó tensión, pero ni siquiera hubo remate claro. Por lo tanto, el Ciudad Rodrigo pudo por fin respirar tranquilo y cantar victoria en 2023.