Es la advertencia con la que Dios nos hace reconocer lo poco que somos. El polvo es la porción mínima a la que se pueden reducir los elementos materiales que manejamos en la sencillez de lo que necesitamos tener en mano para que nuestra existencia siga estando presente.
Dios sigue estando presente en nuestro cuerpo y en nuestro espíritu. La ceniza es algo simbólico para los cristianos. En este sentido, la ceniza simboliza el reconocer la propia fragilidad y mortalidad, que necesita ser redimida por la misericordia de Dios.
El Miércoles de Ceniza, los católicos acuden a misa para ser marcados con cenizas por un sacerdote con la señal de la cruz en su frente. Son cenizas que proceden de la quema de los ramos que se han reservado de entre los que se repartieron el Domingo de Ramos del año anterior.
El Miércoles de Ceniza es también el primer día de Cuaresma. Éste pertenece
al calendario litúrgico católico, anglicano, protestante, luterano, metodista, presbiterano y algunos bautistas.
La elección de este miércoles se remonta al siglo IV, cuando se fijó la duración de la Cuaresma en cuarenta días, que debían comenzar seis semanas antes de la Pascua.
La ceniza es algo simbólico para los cristianos que conmemoran la fiesta pascual. En este sentido, la ceniza simboliza el reconocer la propia fragilidad y mortalidad, que necesita ser redimida por la misericordia de Dios.
La ceniza también es signo de humildad, le recuerda al cristiano su origen y su fin: "Dios formó al hombre con polvo de la tierra" (Gn 2,7); "hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste hecho" (Gn 3,19).
Es por esto por lo que, durante las misas del Miércoles de Ceniza, los sacerdotes untan ceniza en forma de cruz en la frente de los fieles. La cruz de ceniza representa la mortalidad y la penitencia por sus pecados. La aplica un sacerdote durante la misa, a menudo junto con una pequeña bendición: "Recuerda que eres polvo y en polvo te convertirás".
El Miércoles de Ceniza es un día santo cristiano de oración y ayuno.
En la tradición bíblica la ceniza hace referencia a un sentimiento de humildad, particularmente delante de Dios. Le recuerda al cristiano su origen y su fin, y que la vida terrenal es temporal.
En este miércoles, los católicos del mundo acuden a las iglesias para el ritual de la imposición de la ceniza y de esta forma inician un examen de conciencia en varios aspectos: vida, religión, y se arrepienten para llegar "purificados" al día más sagrado de su religión: el Domingo de Pascua o de Resurrección.
¡Cubrid vuestras cabezas con ceniza,
pero sabed que esta ceniza quema!
Aceptar este signo y este emblema
es disponer el alma a entrar en liza…
¡Desterrad las trompetas! La enfermiza
apariencia de ayuno, la pamema
de orar cuando te vean, la blasfema
exhibición de una virtud postiza…