El desencierro, en el que un hombre de 51 años sufrió una fractura de codo, no finalizó hasta las 20.30 horas
Mientras miles de jóvenes estaban únicamente bebiendo y bebiendo por todos los rincones imaginables, Ciudad Rodrigo desarrolló a lo largo de la tarde del Sábado de Carnaval la secuencia taurina habitual de este día, comenzando con el festival (la crónica de Paco Cañamero se puede encontrar en una información independiente), ante una plaza abarrotada. Posteriormente, sobre las 18.45 horas, fue turno para la capea de la tarde, y algo menos de una hora después, para el desencierro, que se prolongó casi una hora, no sonando el Campanazo de cierre hasta las 20.30 horas.
Tanto la capea como el desencierro, muy concurridos, tuvieron sus momentos de peligro, dejando un nuevo herido por asta de toro, aunque de menor gravedad que el registrado en el encierro de la mañana. Esta nueva cogida se produjo en el transcurso de la capea, al ser enganchado en un gemelo un hombre de 29 años procedente de Portugal. El hombre fue llevado hasta la enfermería, donde tras ser atendido fue enviado al Hospital de Salamanca.
También acabó allí otro herido en la capea, un toledano de 26 años que sufrió un varetazo perianal, y un hombre de 51 años que sufrió una fractura de codo en el transcurso del desencierro. En el global de la jornada sabatina, Cruz Roja tuvo que realizar 23 intervenciones. Además de los 5 traslados al Hospital de Salamanca (dos por la mañana y tres por la tarde), tuvieron que llevar a otras 6 personas hasta el Centro de Salud, todos ellos a lo largo de la tarde.
En concreto, requirieron ese traslado un alavés de 18 años por una luxación en el hombro derecho; un mirobrigense de 20 años con convulsiones; un madrileño de 22 años que sufrió múltiples contusiones en el desencierro; un cántabro de 20 años que presentaba un politraumatismo; un guadalajareño de 22 años por una posible fractura en la muñeca; y una zamorana de 20 años por una intoxicación etílica (este último servicio lo hizo Cruz Roja como apoyo al 112).
En lo que respecta a las otras 12 intervenciones sabatinas de Cruz Roja, hubo causas variadas, pero todas ellas de menor gravedad (fueron dados de alta in situ): un golpe en la rodilla, heridas en dedos y manos, intoxicaciones etílicas, un golpe en la nariz, contusiones, o un traumatismo cráneo encefálico (en este caso, un niño mirobrigense de 6 años).
En el parte difundido por Cruz Roja en la tarde sabatina se incluyen las 5 atenciones realizadas por sus efectivos durante la noche del Viernes, dos en el tramo de la capea nocturna: a un joven de 19 años de Monsagro por una herida en el dedo, y a una mujer de 40 años de Madrid por una herida en la barbilla. Posteriormente, en su servicio de apoyo al 112, atendieron a dos mirobrigenses, de 28 y 46 años, por intoxicaciones etílicas; y a un guinaldés de 28 por un síncope. Todos estos atendidos durante la noche del Viernes recibieron el alta in situ.