El día es sólo
un preludio,
una frase sin final,
el ora pro nobis
de una letanía.
El día es tan sólo
un marcapasos
en el corazón
de la vida.
Un tic tac
sin estridencias.
Una luz filtrada
entre cristales.
Una romería.
El sol
un regalo del cielo,
dádiva divina.
Las nubes
horizonte esponjoso
al que llegar
algún día.
El amor
una pausa,
espera agitada
o cautiva.
El amor es
la dulce bebida
nunca
prohibida.
Las dos gotas
de agua
y el ansia
compartida.
El proyecto
común
y la savia
nutrida.
El amor es
locura
y pasión
para siempre vivida.
Mercedes Sánchez