Se cierra una semana de esas que retrata bien nuestra ciudad. Todos los medios de comunicación han recordado el centenario de la Unión Deportiva Salamanca, si siguiera entre nosotros. Otro ejemplo más desaparecido por desidia e incapacidad, fruto de la incorporación a la modernidad surgida en torno al cambio de siglo XIX al XX. Una memoria que poco a poco se va relegando y no en sus peores ejemplos. Se han desvanecido cosas como El Adelanto, el Depósito de Aguas de Campoamor, o la tan nombrada línea férrea de la Vía de la Plata. Más importante, ¿nadie echa de menos al músculo financiero, la Caja de Ahorros?, ¿imaginan lo que esta podría suponer ahora?.
Lo más destacable de la semana ha sido el final de una curiosa historia. Acabamos el mes enero acogiendo "el mayor hito histórico en los últimos 100 o 200 años", según el concejal Fernando Castaño cuando presentó la iniciativa en junio, para “revertir la despoblación”. “Vamos a reunir a inversores en Salamanca en enero de 2023, inversores de talla mundial, multinacionales y fondos de inversión, en el Primer Congreso Mundial de Peace City World”, para poner en marcha un proyecto que "supondría la transformación de la ciudad". En algún momento se apuntó la cifra de 15.000 millones de euros de inversión posible, ¿será la fascinación por los Jeques o por la vuelta a la Edad Media que incorporan?
Me gustaría equivocarme, pero la web de esa entidad no animaba a tomarla muy en serio. La propuesta urbanística dibujada difícilmente encaja con la normativa vigente, no establecida por capricho. Incluir un telesilla no despejaba precisamente dudas. Dar la puntilla a la inversión histórica de regadío en el este de la ciudad al sur del Tormes, cruzada emprendida hace años por varios municipios, casa mal con “Alineamos nuestros desarrollos para abordar todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU para 2030”. "Peace City World, Limited se ha comprometido con la iniciativa de responsabilidad corporativa del Pacto Mundial de las Naciones Unidas y sus principios en las áreas de derechos humanos, trabajo, medio ambiente y anticorrupción", esto último alguien no se lo tomó precisamente en serio.
Dejando al margen nuestro particular Eurovegas está bien buscar ayuda fuera, en Salamanca las cosas no marchan desde hace años. Por dejadez de las administraciones, como la Junta que nunca consumó sus Planes de Desarrollo, ya abandonados, ni la Agenda para la Población o la muy útil planificación territorial. El gobierno central lleva décadas en otras cosas, ni siquiera Vox podría afirmar que con Franco estábamos mejor. Pero la apatía propia también es causa de la situación. ¿Cómo aprovechamos el potencial de la Universidad?, miles de titulados finalizan sus estudios todos los años y se van, salmantinos incluidos. ¿Qué conclusiones tenemos de la utilidad de los Viveros de empresas e iniciativas parecidas?. La fábrica de rodamientos Nachi aterrizó varias décadas en nuestra ciudad, ¿qué partido le sacamos?. Pueden ser discutibles las iniciativas del PSOE cuando gobernó ciudad y provincia buscando un futuro, pero parecían más pegadas a la tierra y nunca se les dejó llegar a ningún sitio.
El dicho dice eso de errar es de sabios, pero sorprende la facilidad con la que pícaros amigotes consiguen llegar a puestos importante en una administración, donde pueden decidir el futuro de mucha gente. Asombra la falta de análisis sobre la seriedad de los proyectos estimados por una administración pública. Como la laxitud de los controles verificadores de la veracidad en documentación aportada. Pero es más prodigioso que nadie pague por las decisiones tomadas en cuestione de este calibre, cuando se piden con tanta vehemencia para otros. Mientras tanto, nuestro futuro continúa muy gris.