La OMS afirma que “la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedad". La salud es el bien más preciado del que disponemos. Tiene un valor incalculable y en cambio, en ocasiones, no le damos la suma importancia que tiene en nuestras vidas. Sin salud no somos nada. Sin salud todo lo demás pasa a un segundo plano. En ella nos sostenemos, y esta a su vez, nos sostiene.
La salud física es crucial, pero también lo es la salud mental. Dependen la una de la otra; la ausencia de salud física nos afecta mentalmente y la falta de salud mental repercute en nuestra salud física. Por eso es de vital importancia el derecho a la salud, a unos servicios básicos que garanticen la estabilidad física y emocional de todo el mundo.
En nuestro país contamos con el Estado de Bienestar. A través de este garantizamos una sanidad pública para aquellas personas que requieran su uso. Aun así, el modelo de sociedad actual nos lleva a unos estilos de vida menos saludables, lo que dificulta las relaciones humanas de calidad y empeora los problemas de soledad y salud mental.
Por todo esto, es necesario un llamamiento para terminar con las desigualdades de la salud, solicitando a la administración una sanidad pública con fondos necesarios y suficientes para llevar a cabo su labor de una manera digna.
En Cáritas Diocesana de Salamanca disponemos de varios centros dedicados a personas vulnerables con problemas de salud, incluyendo el Centro de Día, tratamiento y prevención de Drogodependencias, el Centro de Día de salud mental Ranquines, y la Casa de Acogida Samuel para personas con VIH. Lugares donde no solo se les atiende, sino que se les orienta y acompaña en su proceso de recuperación personal. Un paso más hacia un mundo en el que todos tengamos garantizado un acceso sanitario digno.
Carmen González.
Voluntaria de Cáritas Salamanca.