Sin entrar en valoraciones jurídicas (no es mi campo), ya he escrito varias columnas sobre la mal llamada Ley de Sí es sí. Tiene fallos conceptuales y cambios en el vocabulario también.
Claro que a la Ministra y al Gobierno, que la ha apoyado y aplaudido, le dan igual estos fallos. Incluso el presidente nos aseguró que la nueva iba a tener una influencia mundial.
Pues ya ven, le ha explotado le ley por donde yo no podía esperar: lo que llaman mero fallo en la técnica jurídica. Raro, porque la prioridad máxima del feminismo de la Ministra (que es muy persona) era aumentar las penas.
He buscado una palabra para describir lo que ha pasado y está pasando, aunque no es fácil saber cómo acabará esta historia. El fallo, como en la ley Trans, es más grave, porque la ignorancia, como dice la sabiduría popular, es muy atrevida.
Estas son algunas de las palabras que he consultado para valorar lo sucedido, seguro que usted puede encontrar otras menos respetuosas:
-Obcecación: ofuscación tenaz y persistente.
-Ofuscación : oscuridad de la razón que confunde las ideas.
-Obstinación: cerrazón.
-Cerrazón:
a.- Oscuridad grande que suele preceder a tempestades.
b.-Incapacidad de comprender algo o prejuicio.
c.- Obstinación, obcecación.
-Dogmatismo: presunción de quienes quieren que su doctrina o aseveraciones sean tenidas por verdades.
Yo me quedo con “CERRAZÓN”, en esas tres acepciones:
b) La Ministra y el Gobierno han demostrado incapacidad para comprender algo y se han cerrado en un prejuicio.
c) Han demostrado obstinación y obcecación.
a) Han caído en oscuridad que suele preceder a las tempestades.
Y esto no está en el diccionario, han insultado y echado la culpa a los jueces.
Todo ello lo anunciábamos hace tiempo. No podía acabar bien. Su obcecación y dogmatismo, que no sé si es solo juvenil, no podía acabar de otra manera.
A mi modo de entender, ella tiene la irresponsabilidad de aceptar un reto para el que no está preparada.
Pero la verdadera responsabilidad la tiene el gobierno y muy especialmente el presidente. ¿Cómo pueden aceptar a una Ministra así? ¿Cómo aceptaron que eligiera a sus colaboradores y colaboradoras, no pidiera valoraciones a verdaderos expertos y en las instituciones que saben de estas cosas? ¿Cómo pudo pasar el consejo de Ministros l `propuesta de ley?
¿Y cómo pudo pasar con la mayoría del Congreso? Esto sí que ha sido mundialmente conocido. ¿Se estudian las leyes que aprueban o simplemente obedecen al gobierno?
Y lo MÁS GRAVE ¿Cómo confirmada la gravedad cualitativa y cuantitativa del error, la Ministra y su partido (hasta que la ha desautorizado la mayoría del Gobierno) han sido tan….
¿Y cómo el Presidente y todo el Gobierno han caído durante meses en la obcecación, obstinación, ofuscación y cerrazón? ¡Vivir para ver!”
Pues ya ve usted, las elecciones hacen milagros, bien venido sea este, si se toman en serio la ley.
Y el poder es aún más milagroso: la Ministra y su partido, así como el Gobierno nos anuncian que seguirán juntos. Claro, están convencidos de que están salvando a todas las mujeres y no les pueden fallar.
El daño al movimiento feminista es, por esos y otros asuntos, irreparable. No sé si el PSOE actual se lo merece, su historia es mucho más digna. Pero el feminismo no; y sobrevivirá a estos desmanes.
¿Por qué se lo apropian el Presidente, el Gobierno, el PSOE Y Podemos? ¿Tampoco saben historia?
Ya sabemos, el poder es peligroso y no fácil de ejercer.