Año "especialmente negro", con 136 víctimas mortales, 40 más que en 2019
Las carreteras de Castilla y León han cerrado el año 2022 como un ejercicio "especialmente negro" en materia de siniestralidad, ya que registró 136 víctimas mortales, 40 más que en 2019, año tomado como referencia por ser el último libre de restricciones de movilidad antes de la pandemia de Covid-19.
En concreto, en el pasado ejercicio se contabilizaron 121 siniestros mortales en las vías de la Comunidad, 38 más que en 2019, con un saldo de 136 fallecidos, un 42 por ciento más que antes de la pandemia, y 53 heridos graves, 30 más que hace tres años, lo que supuso un 130 por ciento de aumento.
Estas cifras "ratifican" lo que "se venía advirtiendo", según ha subrayado la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, durante la presentación del balance provisional de siniestralidad de 2022.
Barcones ha subrayado que se trata de datos "preocupantes" detrás de lo cual "hay vidas, familias, amigos y seres queridos", por lo que ha instado a reforzar la vigilancia y la labor de control, así como la concienciación social, para reducir estos siniestros.
De los 365 días del año 2022, en 120 de ellos se registró al menos un accidente mortal, con incrementos "notables" en todas las provincias salvo en León. En concreto, por provincias, aumentan las personas fallecidas en Burgos (13 más), Ávila (ocho), Segovia (ocho), Soria (ocho), Zamora (seis), Valladolid (cuatro), Salamanca (dos) y Palencia (dos). León, en cambio, disminuye en once fallecidos respecto del año prepandemia.
Además, tres de cada cuatro fallecimientos se produjeron en carreteras convencionales y un 51 por ciento de estos siniestros fueron salidas de vías, un 57 por ciento más que en 2019. Entre los factores concurrentes de los accidentes mortales, las distracciones ocupan en el primer lugar, seguidas por una velocidad inadecuada, con 25 fallecidos, y el consumo de alcohol o drogas, con 14.
En 2019 ha cambiado la tendencia de los últimos años en cuanto al tipo de usuario, ya que ha disminuido un 19 por ciento los vulnerables fallecidos --peatones, ciclistas o motoristas--, pero ha aumentado un 63 las víctimas en turismos.
De los diez peatones muertos por atropello en carreteras de Castilla y León, tres lo fueron en autovía o autopista y siete en vías convencionales, sin que ninguno de ellos llevara algún tipo de prenda reflectante.
Virginia Barcones ha hecho "especial hincapié" en los dispositivos de seguridad, como los cinturones o sistemas de retención, pues de los 95 fallecidos en turismos y furgonetas, 14 no llevaban puesto el cinturón de seguridad y "al menos" la mitad de ellas, siete, "se hubieran salvado de haberlo utilizado". El 82 por ciento de los fallecidos se registraron en días laborables.
La recuperación de la movilidad tras la pandemia se ha traducido, según los datos aportados por la delegada, en un aumento de los desplazamientos del siete por ciento, hasta los 44,8 millones de desplazamientos, tres más que en 2019, y un incremento del parque de vehículos del 0,9, hasta los 1,9 millones. Sin embargo, el censo de conductores en Castilla y León se ha reducido un 0,9 por ciento, hasta los 1,5 millones.
Por lo que se refiere al periodo navideño, Castilla y León registró más de 1,9 millones de desplazamientos, con cinco siniestros mortales, cinco fallecidos, tres heridos trasladados a hospitales y otro no hospitalizado, unas cifras que "siguen la tendencia negra", pues en el mismo periodo de 2019 sólo se registró una víctima mortal en la provincia de León.
De cara al próximo año, la delegada del Gobierno ha asegurado que se va a seguir la "hoja de ruta" de la Estrategia Vial 2030, al tiempo que ha recordado que la nueva ley educativa, la Lomloe, incluye formación en educación vial para los escolares.
También se intensificarán las medidas de control, especialmente en puntos con mayor siniestralidad como la N-122, que experimentará una mayor presencia del helicóptero de la Dirección General de Tráfico (DGT) en la provincia de Soria y con más controles de velocidad en la de Valladolid, a lo que se sumará un refuerzo a nivel nacional de la plantilla de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil --que actualmente alcanza los 1.300 en la Comunidad-- enfocada a recuperar los efectivos perdidos en los últimos años, como ha explicado el teniente coronel Francisco González Iturralde, a lo que Barcones ha apuntado que se está produciendo un apoyo por parte de las patrullas de Seguridad Ciudadana en las carreteras de la región.
Asimismo, se instalarán en todo el país 88 nuevos radares para el control de la velocidad, cuya ubicación aún está por determinar, como ha admitido la delegada del Gobierno, quien ha subrayado, en cualquier caso, el incremento de recursos técnicos para la mejora de la seguridad vial en Castilla y León.
Tanto Virginia Barcones como la coordinadora de la DGT en la Comunidad, Inmaculada Matías, han negado que cambios como el fin de la posibilidad de superar en 20 kilómetros hora la velocidad máxima para adelantar en carreteras convencionales o el estado de conservación de las vías hayan influido en este incremento de la siniestralidad en Castilla y León, ya que la proporción entre siniestros en estas carreteras y en autopistas o autovías es un "patrón que se repite".
En concreto, Barcones ha apuntado hacia el incremento del consumo de alcohol o drogas al volante, con un incremento de más de 800 positivos en controles durante el año hasta el mes de noviembre, por encima de los 3.000.