La vetusta Estación mirobrigense fue impulsada por el Gobierno siendo Sánchez-Terán ministro de Transportes y Comunicaciones
El alcalde de Ciudad Rodrigo Marcos Iglesias remitió en la noche del lunes un escrito –que reproducimos íntegro más abajo- en torno a la figura del recientemente fallecido Salvador Sánchez-Terán, al que se dio el último adiós precisamente en la mañana del lunes. Dentro de ese escrito, se incluye una propuesta: poner el nombre de Salvador Sánchez-Terán a la Estación de Autobuses mirobrigense.
Como se recuerda en el texto, la Estación –pendiente de reforma- fue impulsada por el Gobierno siendo ministro de Transportes y Comunicaciones Salvador Sánchez Terán, quién precisamente se encargó de inaugurarla el 6 de mayo de 1978. Marcos Iglesias comenta en su escrito que el mismo día del fallecimiento de Sánchez-Terán ya le trasladó la propuesta a Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta de Castilla y León, administración de la que depende a día de hoy el lugar. Este es el escrito íntegro:
En el día de hoy hemos despedido a Salvador Sánchez-Terán, uno de los mirobrigenses más importantes en la Historia de España. Mirobrigense por adopción -realmente por amor- siempre tuvo a Ciudad Rodrigo en su mente y en sus gestiones, especialmente cuando fue ministro de Transportes y Comunicaciones, en los gobiernos del presidente Suárez.
Creo que puedo decir, sin confundirme, que Salvador ha sido uno de los mirobrigenses que más alto ha llevado la bandera de su querida Ciudad Rodrigo. Ha querido reposar eternamente en la antigua Miróbriga; luego, hasta en esto ha sido fiel a nuestra ciudad.
Siempre he conocido a Salvador, pero entablé más relación con él cuando yo comenzaba la carrera investigadora y docente y él era presidente del Consejo Social de la Universidad de Salamanca. Junto con nuestro común amigo Javier Melgosa fue uno de los impulsores del Título en Experto en Turismo y Cooperación Transfronteriza que se impartió durante el curso 2012/2013 en Ciudad Rodrigo. Ya ahí pude comprobar la grandeza de Salvador y su total compromiso con nuestra ciudad, pues constantemente trataba de buscar qué era lo mejor para su difusión y su desarrollo. Con frecuencia mencionaba las bondades de nuestra querida Miróbriga, allá donde tenía la oportunidad.
A pesar de la diferencia de edad que nos separaba, como alcalde siempre encontré en Salvador un gran aliado de los intereses de Ciudad Rodrigo. Fue constante el contacto telefónico y el presencial, pues cada vez que pisaba suelo mirobrigense, acudía a verme, para reiterar su disposición en colaborar en cuanto fuera preciso en beneficio del mejor porvenir de Ciudad Rodrigo. Y a veces utilicé esta buena disposición para tomar contacto en Madrid con personalidades que pudieran ayudar en alguno de nuestros propósitos como ciudad. Su perenne ofrecimiento nunca lo hizo por la necesidad de satisfacer ningún ego, sino todo lo contrario, como compromiso de leal y discreto afecto con la alcaldía, conmigo en este momento, pero me consta también con quienes me han precedido en el cargo. Su vocación ha sido la de ayudar. Salvador era un filántropo.
Conversábamos sobre muchos temas. Sobre los objetivos de declarar Miróbriga como patrimonio de la humanidad, conviniendo ambos que sólo podrían ser de la mano de Portugal; o los objetivos de industrialización a través del necesario suelo industrial… Cada vez que venía a Ciudad Rodrigo varias veces propiciábamos el encuentro. Siempre tomaba nota y me pedía, literalmente, que le pusiera deberes.
El legado de Salvador en Ciudad Rodrigo es una realidad. Destaco dos grandes obras de su etapa como ministro: el impulso de la Estación de Autobuses y de la reformada Estación del Tren; ésta última ya en desuso, tristemente. Aquélla, la de Autobuses, está en vísperas de su reforma, dado su estado lamentable.
Por este motivo, aprovechando el momento de felicitación por el año nuevo y ante el arreglo de la Estación de Autobuses, he conversado con el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso F. Mañueco. Nada más conocer la noticia del fallecimiento, el pasado 31 de diciembre, le comenté que sería conveniente que la Estación de Autobuses llevara por nombre el de su impulsor, el del ministro Salvador Sánchez-Terán. El presidente ha acogido de mil agrado la propuesta. Por ese motivo la oficializaré a través del correspondiente escrito en los próximos días.
Creo que es una forma, simbólica -aunque quizá pequeña-, de reconocer a Salvador su gran legado político y personal con Ciudad Rodrigo. Así lo recordaremos para siempre. Tiene su nombre una avenida, pero con el nombramiento de la Estación de Autobuses, se hace justicia especialmente a su gestión.
Los mirobrigenses le echaremos de menos. En el Ayuntamiento, en la Fundación Ciudad Rodrigo… muchas personas que lo veíamos todos los días del verano comprar el periódico y tomar algo antes de volver a su hogar estival. Pero particularmente le extrañaremos los miembros del que se vino a denominar el Grupo Pro Experiencia Miróbriga, que integran también otras personas que han destacado en otras facetas de la vida pública, como Manuel Delgado, José Manuel de Luis, Ángel Bajo y Miguel Cid. En nuestra cita anual, echaremos de menos a Salvador.
Se nos ha ido un gran amigo y aliado de la antigua, vieja y leal Miróbriga, pero nos ha quedado lo mejor, su ejemplo. Ejemplo de compromiso, afecto y cariño por todo lo relacionado con su querida Ciudad Rodrigo.
Marcos Iglesias Caridad
Alcalde de Ciudad Rodrigo