El doctor Javier Calvillos y las enfermeras del punto de Donación, explican la importancia de donar sangre
Javier Calvillo lleva seis años como médico del Servicio de Hemoterapia y Hemodonación que se encuentra en Salamanca. Un servicio que se fundó en el año 2005. El doctor explica que “lo que hacemos en este punto fijo es recibir a los donantes, conocerlos y hacerles una entrevista previa con preguntas relacionadas con su estado de salud”.
No todas las personas pueden donar, porque hay algunos elementos que son excluyentes a la hora de hacerlo y hay que realizar un cribado inicial. En este sentido, explica que por ejemplo, padecer determinadas enfermedades infecciosas, viajar a países con índices elevados de epidemias o incluso algunos tatuajes, impiden a una persona poder donar durante algún tiempo.
Posteriormente, si está todo correcto y se cumplen las condiciones básicas, “los donantes pasarían a la zona de extracción de sangre, donde les atienden las enfermeras”.
Hay dos tipos de extracciones que se realizan en Salamanca. Por un lado, la donación de sangre total, que consiste en una bolsa de sangre completa. Un proceso rápido con una duración entre 6 y 8 minutos. Por otro lado, se puede realizar una extracción más selectiva de plasma, se trata de un proceso más largo que dura unos 40 minutos.
A partir de ahí, en ocasiones se realizan llamamientos especiales. “Cuando baja la reservar de un determinando grupo sanguíneo, se contacta con donantes que ya tenemos en nuestra base de datos para que acudan a donar”. Durante fechas cercanas a vacaciones, fiestas u otros períodos donde los puntos de donación permanecen cerrados, también se realizan esos llamamientos.
El doctor Calvillo destaca que en los últimos meses “hay mucha demanda y en muchas ocasiones bajan las reservas”. En toda Castilla y León en un día normal pueden demandarse más de 400 bolsas. Necesitamos una constante afluencia de donantes”. Precisamente ahí está la clave, en el número de donantes porque “siempre hacen falta más”.
Lidia Gómez es enfermera y lleva un año en el Servicio de Hemoterapia y Hemodonación de Salamanca. Es una de las profesionales encargadas de extraer la sangre o el plasma a los donantes una vez que han pasado la entrevista con el médico. Después de estos meses destaca que “la gente sigue donando, pero cada vez se necesita más sangre”.
Lleva 18 años como enfermera en este servicio del Hospital Virgen Vega. Señala que durante todos estos años “he visto que cada vez hay más demanda, pero hay épocas que siempre se acentúa más”, como las fechas vacacionales. “Los llamamientos son cada vez más frecuentes y hace falta más gente nueva, porque vemos que los que vienen son los de siempre”.
Pilar es donante habitual de sangre en Salamanca. “Veo que es algo muy necesario”. Explica que empezó a donar porque “uno de mis hermanos acude a diálisis y en ocasiones necesita sangre. Cuando lo vives de cerca te das cuenta de la importancia que tiene”. Anima a la gente a donar, sobre todo a la gente joven, “hacen un favor y no cuesta nada”.