OPINIóN
Actualizado 31/12/2022 09:54:17
Julio Fernández

¿Qué diría Feijóo, el PP y toda la oposición –con una lógica aplastante, claro- si ETA siguiera existiendo y matando y la formación política Unidas Podemos -que forma gobierno de coalición con el PSOE- no reconociera la existencia del terrorismo. O, mejor dicho, qué dirían si esta formación política proclamara y por escrito que 13 atentados mortales en un mes, que esos crímenes de ETA no eran terrorismo? Ya lo adelanto, dirían que Sánchez es, no sólo un inmoral, un depravado, un desalmado y un perturbado, sino un amigo íntimo de los terroristas porque, a pesar de todo, seguía formando gobierno con Unidas Podemos.

Pues bien, durante el mes de diciembre han sido asesinadas 13 mujeres –al momento de redactar este artículo, espero y deseo con toda mi alma que no sean más-, de las que 10 ya se sabe que el autor ha sido pareja o ex pareja, bien de la víctima o de la madre de la víctima (violencia vicaria); una de ellas, además, con un embarazo a término, no pudiendo salvar los sanitarios la vida del bebé. Los horribles crímenes machistas se siguen produciendo y, en cambio, Vox, socio de gobierno del PP en Castilla y León y apoyo parlamentario del PP de Ayuso en Madrid, en Murcia y en otras administraciones autonómicas y locales, ha declarado que a pesar de todas estas víctimas “no reconoce la violencia de género”. ¿Qué tiene que decir Feijó ante esto? ¿Por qué no actúa contra su amigo Mañueco quien a pesar de las excentricidades de su vicepresidente García Gallardo, de Vox, no rompe con esta formación política? ¿Dónde está la valentía política de Feijóo, que es más un político de cartón piedra que alguien que aspira a ser presidente del gobierno de España?

Feijóo -que sigue siendo un monigote político en manos de los dirigentes más reaccionarios del PP, es decir, de los que mandan realmente- este jueves ha hecho balance político de 2022 y ha vuelto a demostrar una insolvencia política y técnica inigualable, porque ha calificado de inmoral que en las medidas anti crisis que el Ejecutivo de Sánchez aprobó esta semana se establezca una ayuda de 200 euros para alimentos de las personas más vulnerables y, en cambio, se haya aprobado una subvención de 400 euros en Decretos anteriores para “ocio de los jóvenes”. Si la omisión de Feijóo es involuntaria no merece estar ni un minuto más en política; si la omisión es voluntaria, merece la crítica oportuna y contundente para seguir calificándolo de “insolvente político y técnico”. En primer lugar, porque esta ayuda es un “cheque cultural”, no “ocio para los jóvenes”, calificativo hecho por Feijóo en sentido peyorativo y malintencionado. Pero la cosa no queda aquí, porque hay que recordarle al señor Feijóo que él siendo presidente de la Xunta de Galicia aprobó un “cheque cultural” en Galicia, en 2021, parecido al aprobado por el gobierno de Sánchez. Está claro que no es ni omisión voluntaria ni involuntaria por parte de Feijóo; es sencillamente “mala leche”, que demuestra su impotencia al comprobar que el ejecutivo de Sánchez está actuando adecuadamente contra la crisis y que las medidas son eminentemente sociales, que benefician a los más vulnerables.

Podemos utilizar más argumentos de descoordinación y desconcierto entre los líderes del PP, porque horas después de que el pasado martes se aprobaran las medidas anticrisis en el Consejo de Ministros, la portavoz del PP lo único que dijo es que eran “decepcionantes”, pero sin argumentos de ningún tipo. Cuando habló Feijóo –siempre tarde y mal- dijo, en primer lugar, que le parecían “correctas”, aunque insuficientes. En cambio, dos días más tarde, este jueves cuando ha hecho balance de 2022, ha ido más allá al calificar algunas medidas de “inmoralidades”.

Inmoral es que, en su día, Feijóo criticase abiertamente la denominada “excepción ibérica” en el precio de la electricidad -apoyada por los gobiernos español y portugués y que ha supuesto que la tarifa de la luz sea infinitamente menor en España y Portugal que en el resto de Europa- e incluso dijera que la derogaría en cuanto llegara al gobierno y que ahora no tenga la valentía de decir que se equivocó.

Inmoral es que el PP no haya apoyado ninguna de las medidas anticrisis aprobadas en Decretos Leyes anteriores y ahora critique que se quiten los 20 céntimos de ayuda en libro de gasolina con carácter general para todos los ciudadanos y se mantenga para los profesionales del sector del transporte y de sectores agrícolas, de pescadores o de navieras. Como inmoral es que ahora diga que puede denunciar ante la Unión Europea el nombramiento de los dos magistrados del TC propuestos por el gobierno y, en cambio, haya visto bien que dos miembros de este mismo TC propuestos por el PP en su día, hayan seguido dictando resoluciones con su mandato caducado o haya visto bien la propuesta del PP de algunos magistrados que no sólo fueron altos cargos de gobiernos del PP sino que también intervinieron en presuntos casos “oscuros” que favorecieron a miembros del PP como Casado con la aprobación de la mitad de las asignaturas de la licenciatura de Derecho en tal solo 4 meses o en los sospechosos Master que realizaron algunos cargos de esta formación como Cristina Cifuentes.

No es sólo inmoralidad la de Feijóo, sino también mala fe e incluso ilegalidad constitucional al negarse el PP a renovar el CGPJ como obliga la CE y que tenían que haberse renovado hace 4 años. El CGPJ sigue ahí con su mandato caducado, pero siguen siendo el órgano de gobierno de los jueces y realizando sus funciones con total normalidad.

En estas fechas navideñas recuerdo especialmente y con mucha emoción un villancico que me llega a lo más profundo del alma y que mi difunto padre -al que recuerdo especialmente en estos días- adoraba, “Los Campanilleros” interpretado magistralmente por una de las más grandes figuras de la copla y el flamenco que ha tenido España, La Niña de la Puebla. Sabemos que esta gran mujer era ciega, aunque no de nacimiento. Se quedó ciega para siempre siendo niña por la aplicación de un colirio en un estado inadecuado o mal compuesto. ¿Se pude permitir que por culpa del señor Feijóo y el PP, siga dictando resoluciones un CGPJ que tiene su mandato constitucionalmente caducado? Si por ello, la sociedad pierde uno de los sentidos más importantes y provoca un grave problema de convivencia, Feijóo y el PP serian los únicos responsables. ¡Veremos, si es que nos dejan ver!

¡FELIZ AÑO 2023!

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