Las nuevas casas de apuestas deportivas están más cercanas a pronosticar un futuro incierto y centrado en el inminente compromiso ante el modesto adversario del Unami Club Polideportivo
La ciudad de Salamanca continúa respirando un aroma inconfundible de fútbol. A medias entre subsistir en las categorías inferiores del fútbol nacional y soñando con recuperar esa gloria saboreada en los años noventa, con su doble estancia entre los clubes más grandes del fútbol de España. Las nuevas casas de apuestas deportivas, por el contrario, están más cercanas a pronosticar un futuro incierto y centrado en el inminente compromiso ante el modesto adversario del Unami Club Polideportivo. ¿Y cómo se mueven esos pronósticos?
El balón de fútbol comenzó a rodar en tierras charras allá por el año 1905. A comienzos del siglo XX se data, en los anuarios escritos, que unos estudiantes de origen irlandés fundaron el primer club de Salamanca: Helmántica Foot-ball Club. ¡No podía ser de otra manera en una ciudad con un carácter marcado aroma estudiantil! El objetivo, sin embargo, no era competir, sino disfrutar de este juego aún poco conocido por esta ciudad.
Lo que estos estudiantes desconocían era que estaba sembrando la semilla del fútbol en Salamanca; por que dos años después se fundó el Salamanca Team Foot-ball, de la mano de Francisco Maldonado. La historia dice que este club fue el primero que profesionalizó el balompié en la ciudad al participar en la Copa de España.
Finalmente, en 1920 se creó la Sociedad Deportiva Helmántica, el germen del actual Salamanca UDS, como se puede ver aquí. Poco más de un siglo después, la ciudad charra sigue respirando fútbol y mantiene intacta esa ilusión de rehacerse, olvidar problemas financieros e institucionales y crecer hasta remontar a la Primera división. ¿Se conseguirá?
La respuesta a la pregunta anterior está en manos del mismo futuro, pero también del actual presente, el cual pasa por rehacerse de unos resultados contrarios e imponerse al Unami Club Polideportivo, entidad inferior tanto en términos deportivos como clasificatorios. Dos aspectos que siempre suelen ser valorados a la hora de pronosticar un determinado resultado. Conocer las estadísticas es un aspecto crucial a la hora de decantarse hacia un equipo u otro.
El Salamanca tienen mejores jugadores y su clasificación es infinitamente superior: de mirar hacia el liderato contra subsistir en la categoría con un único encuentro ganado, dato perteneciente al Unami Club Polideportivo. O de tener -19 en el diferencial de goles a favor y en contra que dispone el conjunto segoviano, que recientemente modifico a su director deportivo en el banquillo (Gonzalo del Valle). El Salamanca, en consecuencia, es máximo favorito. Lo dicen esos datos y los suyos: 7 victorias de 13 encuentros y con un diferencial de 8 goles en su beneficio.
A la hora de pronosticar, como sucede en cualquier otro deporte, no todo se resume en las estadísticas, sino el estado de ánimo. Se trata de un valor abstracto y difícil de interpretar, pero con un peso fundamental en el desarrollo de un partido como estas características, cuando hay tanta diferencia técnica y clasificatoria.
¿Por qué sucede esto? Básicamente porque el Salamanca debe soportar una mayor presión. Se supone que es favorito y ese cartel siempre suele costar algún disgusto. Lo mismo pasa con las aspiraciones futuras. El Salamanca debe obtener el liderato a final de curso para ascender de categoría o, en su defecto, tener un billete para disputar el play-off. Otro resultado suena a fracaso.
El Unami, por su parte, cuenta con la otra presión, esa que se denomina descenso, aunque suavizado porque sus aspiraciones son de disfrutar del balón. Y esto se comprueba en esas dudas que hay en la ciudad acerca del equipo: situado a 9 puntos del liderato en apenas un par de meses de competición; dudas acerca del entrenador y pensando en refuerzos. A esta combinación se une una derrota sonrojarte ante el Ponferradina B y la presencia de los dueños del club en la ciudad.
A estos efectos atmosféricos se une otro aspecto relevante, a considerar antes de pronosticar un resultado: este encuentro cerrará el año en Salamanca y siempre conviene irse de vacaciones con un buen sabor de boca. Es decir, más presión de cara a ese objetivo de ascender directamente a Segunda Federación, circunstancia que sólo se daría si el Salamanca acaba como líder a final de temporada.
Un encuentro, en resumen, complicado de pronosticar en comparación a otros partidos de fútbol: los usuarios no disponen de tantos datos como cuando hablamos de fútbol profesional. Eso sí, las ganancias serían importantes. Ya saben aquello: a más dificultad, mayor éxito. Ese mismo éxito que se busca en Salamanca desde hace 23 años; más de dos décadas desde que se marcharon de la máxima categoría del fútbol nacional.
Concretamente desde el duelo disputado contra el Tenerife, cuando acabaron derrotados (1-2) y el equipo entrenador entonces por el Lobo Diarte abandonó Primera división después de 425 encuentros. Fueron unas temporadas brillantes y de disfrutar de los mejores futbolistas y equipos de España; y, por supuesto de nombres que hicieron grandes al Salamanca. Apunten alguno: Vellisca, Claudio, Torrecilla, Del Solar, Pauleta, Popescu, Gioovanella, Silvani, Pavlicic o Edu Alonso. Nostalgia pura para una ciudad charra que sueña con volver a la élite. De momento, ese primer paso de un camino largo, y repleto de problemas, está en el Unami Club Polideportivo.