Bajo el lema “VAGAR”, la capital alentejana quiere mostrar a Europa el modus vivendi del Alentejo, los rasgos propios y la dimensión europea de su desarrollo cultural
La ciudad portuguesa de Évora será la Capital Europea de la Cultura en 2027.
El anuncio fue efectuado el pasado 7 de diciembre. La ciudad alentejana compartirá capitalidad con Liepaja (Letonia). Durante todo un año, Évora tendrá la oportunidad de mostrar a Europa el modo de vivir de esta región del interior sur portugués, así como la cultura alentejana y lusa.
El casco histórico de Évora es Patrimonio Mundial de la Humanidad desde 1986 y la localidad forma parte de la red de Ciudades Europeas Más Antiguas. Es la capital del Medio Alentejo y es considerada la capital histórica de toda la región. El Cante Alentejano fue reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2014.
Évora formaba parte del grupo de 12 ciudades portuguesas que presentaron candidatura para asumir la capitalidad cultural en el año 2027. Entre ellas, estaba Guarda, cuya tentativa implicaba a la provincia de Salamanca (principalmente, a través de la participación de la USAL, Béjar y Ciudad Rodrigo), ya que la ciudad beiroa había elaborado una candidatura amplia, que abarcaba entidades de toda la región, nacional y trasnacionalmente.
Pero Guarda no pasó la primera fase de selección realizada en marzo de 2022, lo que sí hicieron cuatro ciudades portuguesas: Aveiro, Braga, Évora y Ponta Delgada. Todas tuvieron oportunidad de perfeccionar sus candidaturas hasta el pasado octubre.
Entre esas cuatro, el proyecto de Évora ha merecido la mejor atención de los 12 peritos evaluadores (dos nombrados por las autoridades nacionales y los diez restantes por el Parlamento, el Consejo, la Comisión y el Comité de las Regiones de la Unión Europea).
Ahora Évora tendrá la misión de preparar una programación con eventos de dimensión europea, que promueva la participación de todos los eborenses y despierte la curiosidad en Portugal y en Europa.
La programación deberá tener un impacto duradero y contribuir al desarrollo a largo plazo de la ciudad. Para armar esta estructura, Évora recibirá 29 millones de euros, la mayor parte aportados por la UE.
Su patrimonio monumental, secular y milenario, pero, sobre todo, las costumbres culturales y el modo de vida alentejano han sido lo que se ha destacado de Évora para hacerla sobresalir en esta ocasión.
Bajo el lema “VAGAR”, la candidatura eborense construyó una candidatura que visibilizase las raíces culturales de esta ciudad del medio Alentejo. Y ¿qué es vagar? Hacer las cosas con el fluir propio de cada acontecimiento, dejando reposar la vida. Una forma acompasada de vivir, que los impulsores de la candidatura consideran representativa de la filosofía de vida de los alentejanos.
“Europa nos ha oído, nos ha sentido, y ha abrazado este VAGAR que proponemos como otro arte de la existencia para la Humanidad”, afirman los organizadores de la candidatura, a la vez que felicitan a cada una de las otras tres ciudades finalistas, “por una victoria que es de todos, porque es de Portugal”.
Aprovechando el trabajo realizado por Aveiro, Braga y Ponta Delgada en la preparación de sus candidaturas, el ministro portugués de Cultura, Pedro Adão e Silva, anunció durante el acto de comunicación de la ciudad elegida, celebrado en el Centro Cultural de Belén, que a partir de 2024 habrá anualmente una Ciudad Portuguesa de la Cultura. Las primeras serán las tres que competían con Évora.
Portugal ha acogido la Capitalidad Europea de la Cultura en tres ocasiones anteriores. La más reciente fue Guimarães, en 2012; Oporto lo hizo en 2001 y Lisboa en 1994.
Este título es una iniciativa creada en 1985 por el Consejo y el Parlamento Europeo, con el objetivo de visibilizar las diferentes culturas existentes en los países de la Unión Europea, a la vez que se fortifica un sentimiento de pertenencia basado en valores e historia comunes, dando la oportunidad de que ciudades de diversos países estrechen lazos a través de proyectos culturales dinamizados en conjunto.
La ciudad de Évora tiene unos 50.000 habitantes, lo que significa ser una ciudad de tamaño medio en Portugal, y exhibe un buen tejido cultural para su tamaño. Es la capital histórica del Alentejo y la capital administrativa del Alentejo Central.
Como todo el interior portugués, la baja densidad poblacional es reflejo, y a la vez causa, de un desarrollo socioeconómico menor en comparación con las zonas del litoral.
Completamente amurallada, recorriendo sus espacios intra y extramuros descubrimos valiosos tesoros arquitectónicos, como el Templo de Diana, la Catedral, la Iglesia de San Francisco -con su famosa Capilla de los Huesos-, el Acueducto da Água da Prata, el mítico Teatro Garcia Resende, el Palacio de Don Manuel, entre muchos otros palacetes, museos, conventos o capillas. Pero, más allá de los edificios nobles, la humilde casa alentejana también es parte del paisaje urbano y rural de Évora.
La existencia de la Universidad de Évora también ha sido un apoyo para la candidatura. Fue la segunda universidad que se fundó en Portugal (después de la de Coímbra), en el año 1559, como consecuencia de la importancia eclesiástica y civil que la ciudad tenía en la época para el Reino. Hoy en día tiene unos ocho mil estudiantes.
En los alrededores de Évora, la amplitud del paisaje alentejano se muestra con honestidad, en lomas consecutivas pobladas de encina y alcornoque. La actividad agropecuaria aún está vigorosa en Évora, destacando la viña (los Vinos DO Alentejo son de los mejores del país y todas las casas vitivinícolas importantes poseen aquí viñedos), el olivar, la dehesa, el cerdo de pata negra y algunos cultivos de regadío, que favoreció la construcción del embalse de Alqueva.