El Día de la Constitución tiene mucha relevancia en el caso de España, porque conmemora la aprobación de la carta magna por parte del pueblo español. Es decir, que simboliza la llegada de la democracia a España tras un periodo de dictadura que duró cuatro décadas. El Día de la Constitución en España, el 6 de diciembre, está declarado festivo nacional y por lo tanto no laborable. La promulgación de la Constitución implicó la culminación de la llamada transición a la democracia.
Durante el 6 de diciembre, la Administración del Estado y las Fuerzas Armadas celebran diversos actos conmemorativos. En la exposición de motivos del Real Decreto se establece:
A fin de solemnizar adecuadamente el aniversario de la fecha en la que el pueblo español ratificó mediante referéndum la Constitución, el Gobierno ha considerado oportuno adoptar las medidas conducentes a dicho fin.
Al establecer la fecha, nos encontramos con el inconveniente de la cercanía de la fiesta de la Inmaculada Concepción, que se celebraba desde hace siglos el día 8 de diciembre. Con la fuerza de la tradición popular que, además, está relacionada con el anticipo de nueve meses de la fiesta de la Natividad de la Virgen, el 8 de septiembre.
Se intentó que la fiesta de la Inmaculada dejase de ser festivo, para que apareciera como festivo solamente el día de la Constitución. Entre otros efectos, se preveían las dificultades de los puentes que harían aparecer las dos fiestas sucesivas, Constitución e Inmaculada, próximas al domingo siguiente o al anterior. En algún año como éste, las cosas aparecen más complicadas por la proximidad de la Constitución al domingo anterior y la fiesta de la Inmaculada al domingo siguiente. Pero la inviolabilidad de ambas fiestas ha obligado a mantenerlas así a pesar de todo.
La fiesta oficial este año, en lugar de celebrarse en la Plaza de Colón, como otros años, se decidió hacerla en la puerta de las Cortes delante de los leones.
La fiesta de la Purísima Concepción ha vuelto a la normalidad después de los dos años en que algunos actos tuvieron que ser suspendidos por causa de la pandemia del covid19. Por ejemplo, el acto de la ofrenda y oración del Papa en la Plaza de España en Roma a las cinco de la tarde. Además de las autoridades locales, como el alcalde de Roma, que ofrecen sus ramos de flores a la Virgen Inmaculada, entre ellas la cesta de flores del Papa Francisco, los bomberos de la ciudad de Roma colocan una corona de flores en el brazo de la Virgen. Por supuesto, está presente el embajador o embajadora de España ante el Vaticano.
En su discurso el Papa solicitó a la Virgen la paz para Ucrania y, en el proceso del discurso, se vio a Francisco emocionado, con lágrimas y con largo silencio. A continuación, el Papa saludó desde su silla de ruedas a las autoridades y a la gente del pueblo, especialmente los enfermos y los niños, circulando alrededor de toda la plaza.
Por la mañana, el pontífice había dedicado al mismo tema de la Virgen Inmaculada, el discurso que acompañó al rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro.
Muchos pueblos, y especialmente los de España, celebraban la fiesta de la Inmaculada hace varios siglos, de forma que, al final, en el año 1854, el Papa Pío IX decidió proclamar solemnemente el dogma de la Concepción Purísima de la Virgen María como concebida sin pecado original, mientras todos los demás somos concebidos con pecado.
El valor de la fiesta de la Inmaculada, la llena de gracia, procede de que hizo posible que el Verbo de Dios se hiciera hombre verdadero en el seno de la Virgen María, por el sí con el que la niña María daría su asentimiento a la propuesta de Dios con la intervención del ángel mensajero Gabriel y la sombra fecundadora del Espíritu Santo.
Por todo eso, muchas iglesias son dedicadas al misterio de la Inmaculada, y muchas mujeres portan el nombre de Inmaculada, Pura, Concha y otros similares. La Inmaculada es considerada también como patrona de España y de sus fuerzas armadas. Merece la pena acomodarse a los inconvenientes de los puentes.