Escribo en el recuerdo de tu labio
distante del oído de mi escucha
el signo de la ausencia de tu pétalo
fragante en el cerco de mi nada.
Te escucho si me leo, me escucho
oyéndote decirme con tu amiga
aquí lo que ignoro en tu jardín
excepto de tu esencia tu aroma.
Por eso me pregunto si extrañarte
sabiéndote regada en mi alma
nacida en la tuya con tu agua
manando a la mía en su cauce.
Regreso a tu silencio para verme
sonando con mi imagen en tus ojos.