OPINIóN
Actualizado 03/12/2022 09:15:05
Julio Fernández

¿Por qué rugen como leones heridos los políticos de la derecha y la ultraderecha en España? ¿Será para ocultar su incompetencia política al comprobar que los datos económicos en España no son tan malos como se han encargado de pregonar Feijóo –eso sí, por encargo de los que realmente manejan el partido-, Abascal o Arrimadas? Por cierto, ¿con qué finalidad surgió en la escena política Ciudadanos, si son una caricatura exclusivamente al servicio de Feijóo, Ayuso y Abascal? El ejemplo esperpéntico lo han dado en las instituciones de Salamanca; mientras el grupo de Ciudadanos de la Diputación Provincial se unió a la moción del PSOE solicitando la dimisión del presidente de la Corporación Provincial al ser declarado “investigado” judicialmente en un presunto delito de financiación ilegal del PP salmantino –del que es presidente- por las elecciones primarias a candidato a presidente de la junta de Castilla y León en 2017 y de las que resultó elegido el actual presidente autonómico Fernández Mañueco, el grupo municipal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Salamanca no apoyará la que presenta el grupo municipal socialista en el referido ayuntamiento. El argumento es irrisorio: “no quiere decir que por estar investigado vaya necesariamente a ser condenado”. ¿Dónde queda la responsabilidad política que Ciudadanos, PP y Vox tanto demandan de sus adversarios políticos en el gobierno del estado?

Desde un punto de vista empírico, cuando la derecha apela constantemente a las tripas de la ciudadanía con temas como el terrorismo, el independentismo, el golpismo y la unidad de España, cuando se apropian de símbolos y banderas que son de todos, es porque las cosas no le van electoralmente como les gustaría. Si braman como hooligans violentos y enfervorecidos contra el árbitro porque éste ha pitado un penalti justo al equipo contrario en un partido de fútbol, es porque no tienen otros argumentos serios, constructivos y sensatos para combatir al gobierno. La conducta desesperada sólo buscará la provocación como único recurso para que el adversario pierda los nervios y responda con las mismas armas del despiadado ataque. Si así sucede, siguiendo el argot futbolístico, el pequeño empujón que reciban del adversario lo utilizarán para tirarse por el suelo haciendo aspavientos de dolor fingidos con la única finalidad de que el árbitro expulse al jugador que cometió el leve empujón. Eso es lo que han hecho diputados y senadores del PP a las puertas del Congreso este jueves pidiendo la dimisión de la Ministra de Igualdad, Irene Montero; manifestación a la que quisieron unirse algunos diputados de Vox. Por cierto, ¿por qué no estaba Feijóo en esta concentración si había asistido poco antes a un desayuno informativo en un lugar que distaba tan solo 100 metros del Congreso de los Diputados? Muy fácil, porque como bien sabemos, Feijóo, como buen discípulo que es de M. Rajoy, atesora una cobardía política muy bien aprendida y sabe tirar la piedra y acto seguido esconder la mano.

Al PP no le interesa hablar de la situación económica porque saben que el gobierno ha conseguido aprobar unos presupuestos muy ambiciosos para hacer frente a las consecuencias de la guerra de Ucrania y la pandemia de la Covid-19, que plantean una subida salarial histórica a los funcionarios públicos y a los pensionistas y que pretenden potenciar las políticas públicas de educación, sanidad, servicios sociales y dependencia. Tampoco está contento Feijóo porque sabe que el gobierno ha conseguido frenar la inflación, que ha vuelto a bajar en noviembre, siendo la más baja de los países de la Unión Europea, quedando en un 6.6 %, cuando la media de los países es del 10 %. Y la comparativa es muy favorable para España (Estonia 21,4 %, Letonia 21,7, Lituania 21,4 %, Alemania, 11,3 %, Italia 12,5 %, Portugal 10,3 %, Países Bajos 11,2 %, Bélgica 10,5 %, Grecia 9 % o Francia 7,1 %, entre otros). Esta bajada de la inflación es, en parte, por las políticas del gobierno como las ayudas a carburantes, el transporte o por la denominada “excepción ibérica” en el mercado eléctrico tan criticado por Feijóo y que ha supuesto un ahorro importantísimo para las arcas públicas españolas. ¿Por qué Feijóo ha cuestionado ante las instituciones europeas la excepción ibérica si está siendo tan positiva para España y los españoles? Muy fácil, porque al PP no le gusta que le vayan bien las cosas a los españoles si la gestión para ello la ha realizado un gobierno progresista y no ellos. Saben que si es así y no manipulan a la opinión pública, no desvían la atención ciudadana hacia problemas que han desaparecido o que están siendo superados, como el terrorismo de ETA o el problema catalán, nunca llegarán al gobierno.

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