"Es importante la colaboración ciudadana y muy especialmente el entorno más cercano a la víctima", afirma la subdelegada del Gobierno en Salamanca, Encarnación Pérez
Más de 300 salmantinas cuentan con seguimiento policial y no porque sean delincuentes, sino para protegerlas ante posibles ataques. Una dura realidad que conviene recordar con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, que se conmemora este viernes, 25 de noviembre. La subdelegada del Gobierno en esta provincia, Encarnación Pérez, atendía a SALAMANCA AL DÍA para explicar qué se está haciendo, qué se va a hacer y qué responsabilidad tiene toda la ciudadanía en este ámbito.
¿Cuál es la situación en Salamanca en relación con las actuaciones ante la violencia contra la mujer, qué datos nos puede dar de víctimas protegidas y medios disponibles para este cometido?
En Salamanca a 22 de noviembre del 2022 hay 325 casos activos, todos los casos tienen seguimiento policial. En función del nivel de riesgo que arroje el sistema se aplican diferentes medidas que van desde la vigilancia y protección 24 horas hasta contactos personales con la victima con una determinada periodicidad.
Podemos decir ya que todas las policías locales de las municipios de Salamanca y provincia están ya incorporadas al sistema de VioGen, un total de 10 policías locales. Además, este año se han creado nuevos equipos de VioGén en la Guardia Civil, incorporándose 8 funcionarios y funcionarias a la acción de VioGén, para reforzar la actuación de los equipos de la mujer y menores (Emume), de esta forma la atención a las mujeres en el municipio es más inmediata,
A veces nos quedamos con las denuncias y los casos más dramáticos, pero ¿cómo se puede llegar la violencia de género más sutil y que puede ser habitual en algunos hogares?
Es cierto que a los medios saltan los casos más dramáticos, pero la violencia se ejerce allí donde no te lo esperas, se vive en los primeros momentos en el silencio y la vergüenza, por ello es importante la colaboración ciudadana y muy especialmente el entorno más cercano a la víctima, si detectamos algo que nos hace pensar que se puede estar produciendo violencia, animar a la presunta víctima a contar, a compartir sin miedo, tenemos que buscar la complicidad, y romper la idea falsa, “tú no tienes la culpa”, “no tienes por qué aguantar esta situación”, y muy importante, no solo transmitir sino que la mujer sienta que “no está sola”.
¿La sociedad salmantina ha avanzado o ha retrocedido en este ámbito?
Creo que hemos avanzado, de hecho desde el 2003 el número de mujeres asesinadas ha disminuido, las políticas públicas para hacer frente a esta lacra están teniendo resultados, desde la importante legislación, el Pacto de Estado contra la Violencia de género, el dispositivo policial cada día mas formado y con mayor número de efectivos, el papel tan importante de la sociedad a través de ONGS o del tercer sector, en general los dispositivos de todas las instituciones públicas; no obstante mientras haya una sola mujer asesinada o una víctima de violencia hay que seguir trabajando. Salamanca ha seguido la tendencia, aunque podemos decir que han denunciado más mujeres y están más protegidas.
¿Hay un perfil definido de las víctimas o puede serlo cualquier mujer, independientemente de su edad, condición económica o social?
Todas las mujeres podemos ser víctimas, el único perfil es el de ser mujer, la violencia no conoce de culturas, religiones, de condición económica o social.
¿Cómo explica que haya casos entre los más jóvenes?, ¿es esta una señal preocupante de nuestra sociedad?
Es muy preocupante encontrarnos a jóvenes víctimas de violencia, nos desalienta pensar en el futuro, por eso es importante incidir en todos los ciclos educativos, pero también en los espacios no formales, la familia tiene también un importante papel. No es fácil encontrar un porqué, tal vez normalizamos situaciones que pueden derivar en violencia, hay una corresponsabilidad ciudadana.
¿La igualdad entre hombres y mujeres tendría que tener más peso en nuestro sistema educativo?
El sistema educativo es nuclear para los procesos de cambio y para el aprendizaje en la gestión de conflictos; debe darse un tratamiento transversal en todas las materias.
¿Qué queda por hacer en este ámbito desde las administraciones públicas?
Las administraciones publicas tenemos que estar al frente de los procesos para erradicar la violencia hacia las mujeres, apartarnos de los discursos que cuanto menos confunden y minimizan la violencia género; las políticas públicas deben de tener como bandera la igualdad entre hombres y mujeres, sin miedo y con decisión, esto es lo que nos pide la ciudadanía. Y este es uno de los más nobles objetivos de las políticas públicas, sobre ello se asienta el progreso de los pueblos.
¿Hay algún proyecto que esté en marcha y que nos pueda avanzar?
Claro que hay proyectos que nos ayudan a avanzar, los proyectos que nacen del Pacto de Estado, los puntos violeta instalados en las fiestas o actos de aglomeraciones de jóvenes, la campaña del Camino de Santiago, los cursos de formación, las campañas de sensibilización…
Y todos y cada uno de nosotros y nosotras, ¿qué responsabilidades tenemos en este contexto, que puede hacer un ciudadano cualquiera, no solo ante un caso puntual de violencia, sino también en el campo de la prevención?
Hay un ejercicio de corresponsabilidad, no podemos mirar para otra parte ni podemos justificar comportamientos y actitudes que rompen el principio de igualdad, este es el principio de la violencia. Una sociedad avanzada es aquella que respeta en todos los ámbitos las diferencias como principio de igualdad.
Sinceramente, ¿cree que llegaremos a ver una sociedad libre de la violencia contra las mujeres?
Este es mi deseo y por el trabajo, tenemos que hacer posible lo posible.