Un libro insólito. Cuenta la vida de santos que vivieron en la Universidad de Salamanca. En el siglo XXI, una época de progresismo y decadencia, cuando no sabemos si la sociedad está lanzada a conquistar el cielo o a su destrucción en el abismo.
Precisamente en esta sociedad laica, donde el mismo nombre de santo suena a algo lejano y elevado a los altares, un grupo de profesores e investigadores de la Universidad y otros centros de cultura han abordado la publicación de la biografía de los santos canonizados por la Iglesia y que fueron profesores o alumnos en el famoso Estudio de nuestra ciudad. Ahí están desde San Juan de Sahagún hasta el Beato Polo Benito, pasando por los más conocidos y admirados Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz. Y no estará mal recordar que aunque en general todos dejaron sus huellas, las de sus pies, hoy invisibles en las aulas y claustros, y sobre todo sus huellas espirituales y su ejemplaridad, que llega hasta hoy, Teresa de Jesús fue una humilde monja que estuvo en Salamanca y no pisó el magnífico edificio que se construía entonces. Se hospedó en un pajar, que estaba en la que es hoy calle “Crespo Rascón” y allí fundo un convento. Pero además de fundadora de conventos carmelitas, era ya entonces además de formadora de monjas, mística y una gran escritora. La Iglesia la ha declarado doctora.
Todo acerca de la vida de estos santos se nos cuenta en este precioso libro “Los Santos de la Universidad de Salamanca”, coordinado por los profesores Emiliano Fernández Vallina y Antonio Heredia Soriano y editado primorosamente.
Como nota final, sólo tengo que recomendar la lectura del libro a los interesados tanto en los santos, como en la Universidad de Salamanca. Pero además les digo que seguramente ha habido y hay otros santos en la Universidad, que son buenos y hacen el bien, pero no están en los altares ni tiene pinturas ni estatuas. Son personas de carne y hueso, que tu quizá conoces.