La presentación tenía lugar este viernes en el taller de pintura que el artista tiene en Encinas de Abajo
El taller de pintura de Florencio Maillo, en Encinas de Abajo, ha sido el escenario de la presentación de una obra de este autor, de gran tamaño, donada a la Catedral de Salamanca por el canónigo Daniel Sánchez. En el acto intervenían Antonio Matilla Matilla, deán de la Catedral y colaborador de SALAMANCA AL DÍA, junto al propio artista.
Durante más de dos años y medio, el artista salmantino, Florencio Maíllo, (natural de Mogarraz), se ha dedicado en cuerpo y alma a uno de los encargos más especiales que ha recibido en su vida: hacer un cuadro para la Catedral Nueva de Salamanca. Así lo reconoce y lo transmite en la presentación oficial de la obra en su taller de Encinas de Abajo, a 16 kilómetros de la capital.
En un espacio apropiado para trabajar en la magnitud de un cuadro de ocho metros de alto y cuatro de ancho, Maíllo ha ido tejiendo y sintiendo su obra con las composiciones de Vivaldi de fondo, reproducidas de un CD que le regaló la misma persona que le encargó esta gran obra, el canónigo emérito de la Catedral, Daniel Sánchez, fallecido de manera repentina esta semana, y cuyo funeral tuvo lugar este pasado jueves.
El artista recuerda su última conversación con él, horas antes de su fallecimiento: “Estaba entusiasmado porque por fin iba a ver la luz y se iba a conocer en esta presentación”, relata. Para Daniel Sánchez, según transmite Florencio Maíllo, “era como su gran proyecto de vida, porque quería dejar huella en la Catedral donde tantísimos años ha estado”.
Todavía no hay fecha concreta para la colocación de la obra en la parte trasera del retablo mayor de la Catedral Nueva, frente a la capilla del Cristo de las Batallas. En los próximos meses se trabajará en su montaje y colocación, en un principio de forma temporal.
Fuente Diócesis de Salamanca / Fotos de David Sañudo