Durante esta segunda jornada ha sido turno para las declaraciones de los testigos y de Belén, víctima que sobrevivió a los hechos. El juicio continuará mañana
Este miércoles, 16 de noviembre, ha continuado el juicio contra el ‘pistolero de Garrido’ en la Audiencia Provincial de Salamanca. E.D.Y., acusado de matar presuntamente con cuatro a tiros a un hombre de 52 años y herir gravemente a una mujer de 53, en el barrio de Garrido en la madrugada del 21 de agosto de 2021.
En la segunda jornada ha sido turno de la declaración de la víctima y testigo, Belén, que sobrevivió tras recibir dos tiros que la dejaron gravemente herida y con secuelas de por vida. La mujer ha declarado ante el tribunal tras un biombo, para no ver directamente al acusado haciéndolo como víctima y cómo testigo, acompañada de una psicóloga. Sobre el día que ocurrieron los hechos asegura que "no" recuerda nada. "Solo me acuerdo de que no quería tomar nada".
Ese día era su cumpleaños y "supongo que estaríamos celebrándolo". Está pendiente de someterse a una operación porque no tiene hueso y no puede comer más que papillas y yogures. No ha podido volver a trabajar porque "me falta un dedo". Además, como consecuencia de los hechos, no puede ocuparse de su hijo, que tiene una enfermedad. "Va a comer conmigo donde mis padres pero tiene que estar alguien conmigo también", dice entre sollozos.
Tiene una bala en la cabeza, "no me la pueden quitar porque no saben lo que me puede pasar". Y ha señalado que lo que "más le duele es no poder estar con mi hijo". La defensa no ha realizado ninguna pregunta.
Durante la jornada de hoy, también ha sido turno de la otra testigo, amiga que estaba presente hasta antes de que ocurrieran los hechos. También ha declarado tras un biombo. "Nos quería invitar a una copa y le dijimos que no, hasta tres veces, luego el camarero nos trajo la copa y se sentó con nosotros". La testigo señala que el acusado estaba "más pesado" con Belén.
Recuerda que desde el establecimiento le llamaron la atención "porque se estaba poniendo muy pesado". Asegura que "ni estaba drogado ni borracho, estaba normal".
Del lugar se marcharon los tres, "me acompañaron hasta casa y ellos se marcharon. Nunca vimos que alguien nos estuviera siguiendo". Cuando llegó a casa "le envíe un whastapp" pero esta no respondió. "Había estado todo el rato con el móvil y pensé que se le había acabado la batería". Se enteró e los hechos al día siguiente. Tras el visionado de una fotografía, ha reconocido al autor de los hechos.
Uno de los testigos que estaba en el establecimiento antes de que ocurriera el fatídico final, recuerda que Belén le dijo que "¡qué pesado es este hombre!!", y vió que se fueron los tres amigos y el acusado "se fue detrás de ellos".
Escuchó un ruido que "pensé que eran petardos", que tuvieron lugar "unos diez minutos después" de que se marcharán del establecimiento. "Cuando escuché a la gente, a la policía, fui y me enteré que había oído un tiroteo. Me vino a la cabeza Belén. Volví al bar y dije que llamaran a Belén, pero no contestaba el teléfono".
"No vi nada raro", señala en lo que respecta al comportamiento del E.D.Y. A través de una fotografía, también ha reconocido al acusado.
En su declaración ha señalado que cuando E.D.Y. se sentó con las víctimas en la mesa, "le dijimos que no molestara". Después se marcharon. “Yo no les ví marcharse, pero me comentaron que fue detrás. Llamé a Belén y no me cogió el teléfono; y al rato cuando oímos los disparos” pensó “esa es Belén”.
Por su parte, uno de los camareros del establecimiento asegura que el acusado "mucho mucho no había bebido". Todos coinciden en que escucharon las detonaciones. Otro de los testigos y camareros segura que "he pensado que eran petardos".
Otro de los testigos que ha declarado se encontraba en el momento en el que sucedieron los hechos en el balcón de su casa "fumando y vi que venia una pareja andando." Explica que "vi a una tercera persona que se dirigió al hombre y le pegó un tiro en la nuca y calló al suelo".
Estando ambos en el suelo "disparon varias veces más". Acto seguido disparó a la mujer "y se fue andando como si no hubiera ido con él". Asegura que agarraba el arma con una mano.
E.D.Y. está acusado de los delitos de asesinato con alevosía, tentativa de asesinato con alevosía y tendencia ilícita de armas. La Fiscalía pide 36 años de cárcel y la acusación particular, 41 años y 6 meses más una indemnización de casi medio millón de euros.
Cabe recordar que, durante la primera jornada del juicio, celebrada el martes 15 de noviembre, fue turno del acusado, que declaró ante el tribunal por los hechos ya mencionados. E.D.Y., llegó al edificio de Gran Vía escuchando gritos de “asesino”, que también se han repetido en el día de hoy.
El juicio continuará en la Audiencia Provincial de Salamanca hasta el próximo día 18 de noviembre.