El ombligo de Venus, conocido también con los nombres de acerón de culebra, campanita, ombliguera, pan de cuco, sombrerillo, uvicas de gato, entre otros muchos, es una planta herbácea, suculenta y perenne. Originaria de las regiones mediterránea y atlántica, su nombre científico es Umbi licus rupestris. Pertenece a la familia de las Crasuláceas y se le denomina asimismo con su sinónimo Umbilicus pen dulinus. Se puede encontrar durante todo el año en tejados, grietas de paredes, muros, rocas y troncos de árboles cubiertos de musgo, generalmente en zonas húmedas y sombrías.
Su nombre genérico deriva del latín umbilicus “ombligo”, por la forma umbilical, que presentan sus hojas en el centro recordando el ombligo. Su epíteto ruprestris, también derivado del latín rupes, “roca”, hace referencia a que vive sobre rocas. Se encuentra con otros pies de planta de la misma especie, formando colonias.
Su tallo es erecto, simple, cilíndrico y rojizo, provisto en su base de hojas de textura carnosa, brillantes, redondeadas y con el borde ligeramente ondulado, con capacidad para almacenar agua, al igual que el mismo tallo. A lo largo de este pedúnculo vertical penden flores tubuloso-campanulares que aparecen entre la primavera y el verano a modo de espigas. Son de color verde claro o rojizo.
En la medicina tradicional las hojas fueron usadas para elaborar jarabes para combatir dolores pectorales. El jugo que resulta de exprimirlas se utilizaba, una vez filtrado, para curar la otitis aguda; aplicando directamente unas gotas del mismo en el conducto auditivo se tapona con algodón, mejor gasa a fin de no dejar la pelusa algodonera, se consigue un alivio rápido OJO nunca se aplicará si hay perforación de tímpano. Asimismo, dicho jugo, solo o mezclado con aceite, se usaba para tratar la retención de líquidos y para atajar enfermedades renales, al actuar como diurético deshace las piedras del riñón. También las infusiones y decocciones de sus hojas tienen efectos el mencionado efecto, conocidos por Dioscórides. Igualmente, se usa para aliviar el dolor producido por las quemaduras y para curar granos, úlceras externas, hemorroides y sabañones, poniendo directamente la hoja, una vez que se le ha quitado la piel, en contacto con la herida.
La recolección de las hojas y tallos, con fines medicinales, debe realizarse cuando la planta está fresca.