Desde la hostelería a las panaderías y las peluquerías, entre otros muchos sectores, comparten
que la subida de la electricidad es actualmente su mayor preocupación
La inflación, el encarecimiento de los precios, la subida de los carburantes y una crisis energética que puede provocar que empresas y consumidores tengan que afrontar este invierno unas elevadas facturas de gas y electricidad. Una situación de incertidumbre económica, agravada por el impacto de la guerra de Rusia en Ucrania, que está afectando a empresas de todos los sectores. Entre ellos el de la hostelería, un sector al que apenas le ha dado tiempo a solventar el impacto de la pandemia y que en estos últimos meses ha visto cómo la subida del precio de la luz ha llegado a triplicar las facturas.
Facturas en las que, en muchos casos, ya está apareciendo un nuevo concepto -mecanismo compensación gas- derivado de la excepción ibérica, y cuya denominación cambia en función de la compañía, y que se resume en la compensación que hay que pagar a las empresas gasistas por la excepción ibérica.
Según la normativa, el coste de la compensación se reparte entre todos los usuarios del mercado eléctrico, menos en los contratos con un precio fijo que sean anteriores al 26 de abril de 2022, pues al tener una tarifa fija, tampoco se verían beneficiados por la potencial bajada de precios que debe producir esta medida en el mercado mayorista. Dicho de otro modo, si tienes una tarifa indexada (como el PVPC) o un contrato con precio fijo que se renovó con posterioridad al 26 de abril, tu compañía tiene que contribuir con esa compensación y lo traslada a tu contrato.
Según los datos que maneja Hostelería de España, la energía representa entre el 6 y el 8% de los costes de un negocio hostelero, por lo que una subida de un tercio puede provocar un aumento de entre el 2 y 3% de los gastos fijos en las empresas del sector. El coste medio de un local de restauración puede situarse actualmente en una media de entre 3.000 y 6.000 euros, que varía en función del tamaño, la localización y los servicios que se realicen. De este modo, el porcentaje de subida del recibo de la electricidad dependerá del tamaño y tipo de negocio hostelero, que podría situarse entre un 20%-40%.
La subida de la electricidad es el punto de mayor preocupación para los establecimientos hosteleros, al tratarse de un gasto básico que no se puede eliminar, del que depende el funcionamiento de las cámaras frigoríficas, así, como la calefacción/aire acondicionado, la iluminación o el uso de las placas de inducción. Además, la mayor parte de los negocios hosteleros han notado que el aumento generalizado de costes ha propiciado una tendencia al ahorro por parte del cliente.
El sector de la hostelería afronta con incertidumbre los próximos meses, con el temor en algunos casos de tener que despedir a trabajadores o incluso cerrar el negocio.
Otro sector que se está viendo seriamente afectado es el de las panaderías. Desde la Federación de Organizaciones de Panadería de Castilla y León ya se ha alertado de la grave situación económica y estructural por la que atraviesa el sector regional por el incremento de los costes productivos. Entre 2020 y 2021, la electricidad y el gas se han disparado el 200%; el gasoil, el 115%, y las harinas, el 70%.
La federación, que agrupa a las nueve provincias de Castilla y León y con más de 1.200 empresas del sector y miles de puntos de venta, advirtió que de continuar esta “insostenible situación, es probable que muchas zonas rurales de nuestra comunidad no puedan ser abastecidas por la gran dispersión y escasa población que hacen inviable económicamente los desplazamientos”.
Tras la presentación de los Presupuestos Generales del Estado para 2023 en el Congreso que incluyen la reducción al IVA superreducido del 4% para los productos de higiene femenina, las pymes y autónomos del sector de la imagen personal (peluquerías y estética) reclaman la inclusión de la restitución de su IVA reducido al 10% durante su tramitación definitiva.
La restitución del IVA reducido sería un balón de oxígeno para las pymes y autónomos del sector que han sufrido un incremento de sus costes del 27,2% en los últimos meses y una caída de facturación respecto a la de 2019 de un 20,2%, según señalan desde la plataforma Creer en Nosotros, con representación en Castilla y León.