Recordamos los consejos para conducir en estas circunstancias, ya que disminuye la visibilidad
Este miércoles, desde primera hora, los salmantinos se han encontrado un importante descenso térmico, aunque la temperatura se irá recuperando hasta alcanzar los 19 grados alrededor de las 14.00 horas. Además la niebla ha transformado el paisaje urbano, al tiempo que disminuye la visibilidad de los conductores, por lo que recordamos que en estas circunstancias hay que encender las luces antiniebla, aumentar la distancia de seguridad, tomar como referencia la línea del arcén u otros vehículos sin forzar la marcha.
Si nos encontramos con un banco de niebla hay varias reglas que no debemos olvidar: nunca pararse en un arcén, encender las luces antiniebla, reducir mucho la velocidad y circular siguiendo las marcas longitudinales de la calzada.
DISTANCIA: La mayoría de accidentes de tráfico con fallecidos a causa de la niebla se producen por un fallo humano que casi siempre tiene que ver con un frenazo imprevisto e innecesario, con parar en el arcén sin la conveniente señalización o con no respetar una mayor distancia de seguridad. Sin duda, esta última es la norma que antes debemos adoptar y adaptarla al mayor o menor espesor de la niebla y a la visibilidad resultante.
HUMEDAD: Cuidado porque normalmente niebla es igual a piso húmedo, por lo que la frenada se alarga y el coche puede que no responda igual en las curvas. Esta humedad puede que nos obligue también a llevar lleno el depósito de agua de los limpiaparabrisas y a llevar las escobillas en perfecto estado de revista, puesto que los utilizaremos a menudo.
LUCES LARGAS: No merece la pena ni intentarlo. Con niebla, el afán por ver mejor puede que nos lleve a poner las luces largas, pero será contraproducente, ya que la luz larga rebota en el banco de niebla y nos deslumbrará sin conseguir el objetivo.
La niebla también mojará el asfalto, por lo que la frenada se alargará y puede que el coche no responda igual en las curvas.
MARCAS LONGITUDINALES: Un buen truco para seguir la ruta a pesar de la niebla es fijarnos en las marcas longitudinales del suelo y no separarnos de ellas. Y que ello nos ayude a llevar el coche bien centrado en nuestro carril derecho.
NO DETERNERSE EN EL ARCÉN: Pararse en el arcén en días de niebla cerrada puede que sea una de las peores ideas por el peligro que entraña. De hecho, detenerse en el arcén no es recomendable ni siquiera un día de sol. Nuestra recomendación es que incluso si un pinchazo es la causa de nuestro intento de parada, y si hay niebla cerrada, debería seguir rodando despacio hasta una salida o un área de servicio. Si el coche se detiene por una avería y no hay más remedio que parar, que los ocupantes salgan del coche y se sitúen al otro lado del guardarraíl y señalice la detención debidamente y a una distancia mayor de lo normal.
PILOTO TRASERO DE NIEBLA: Se activa cuando de verdad la niebla es espesa y no deja ver nada de lo que pasa alrededor. Dicho piloto no se pone con lluvia y hay que desconectarlo en cuanto se supera la zona afectada ya que de lo contrario molestará muchísimo a otros usuarios de la vía.
Con niebla para mantener la dirección, fíjese en las marcas longitudinales. Esto le ayudará a circular con el coche centrado en el carril.
VELOCIDAD: Lógicamente la velocidad en un episodio de niebla no será la misma que si circulamos por una carretera con buena visibilidad y asfalto seco. Lo más recomendable es adaptar esa velocidad a cada circunstancia y en este caso una niebla cerrada nos obligará a reducir y mucho la velocidad de nuestro vehículo. La mejor manera de conocer si llevamos la velocidad adecuada es la de sentirnos seguros al volante y con capacidad de reacción ante un imprevisto. Esa será la velocidad más adecuada.