La Junta se ha olvidado de Las Arribes en los Presupuestos más altos de su historia, en los que apenas hay cinco partidas para Las Arribes, y ninguna de envergadura.
Si hace unas semanas los Presupuestos Generales del Estado fueron decepcionantes para Las Arribes, los de Castilla y León no se han quedado atrás, no teniendo ninguna inversión de envergadura en nuestra zona, para la que la Junta apenas nos reserva cinco partidas que suman en total 1.311.849 euros, lo que es menos que las migajas ante el Presupuesto más alto de la Junta en su historia, que asciende a 13.809.836.891 euros.
Es decir, que para inversiones concretas en el área conformada por el Abadengo, La Ribera, la Ramajería y la Tierra de Vitigudino la Junta de Castilla y León nos va a destinar el 0’009% del total de su Presupuesto, a pesar de que representamos el 0’64% de la población de la comunidad (es decir, que en población representamos 71 veces lo que nos va a destinar la Junta). Y ello, pese a que somos una zona especialmente castigada en el ámbito socioeconómico, lo que debería implicar que la administración redoblase esfuerzos en nuestras comarcas. Pero ni por esas.
En este aspecto, las cinco partidas que recoge la Junta para nuestra zona en estos Presupuestos autonómicos son 250.000 euros para los caminos de Ahigal de los Aceiteros, 500.000 euros para la infraestructura de la concentración parcelaria de Masueco y otro tanto para caminos de la zona de Arribes. Asimismo, se destinarán 51.849 para rehabilitar una vivienda en Cerezal de Peñahorcada dentro del programa Rehabitare, y 10.000 euros para la mejora en seguridad vial en la SA-315 en Vitigudino.
Una partida, esta última, que ya podemos olvidarnos de que se ejecute, pues según el proyecto para acometer dichas mejoras deberían invertirse 310.000 euros para llevarlas a cabo, pero la Junta apenas ha consignado 10.000 euros para el 2023, una inversión tan escasa para lo que supone la actuación, que no daría para mucho más que para pagar el cartel anunciador del proyecto.
Por otro lado, si en la campaña electoral el líder del PP autonómico, Alfonso Fernández Mañueco, prometía un Plan de desarrollo para La Raya dotado con 40 millones de euros (recogiendo así el guante de una petición que venía reiterando en las Cortes autonómicas Unión del Pueblo Leonés en los últimos años), de aquella promesa no ha quedado nada en estos Presupuestos, en los que no hay ni rastro de dicho Plan para la Raya. Habrá que ver, en todo caso, qué posición toman Mañueco y los suyos cuando UPL vuelva a pedir mediante una enmienda este Plan especial de desarrollo para La Raya, y si son capaces de rechazar aquello que el propio Mañueco prometió en campaña.
Y ya que hablamos de incumplimientos, la Junta vuelve a olvidarse en estos Presupuestos del castillo de Cerralbo, que en su día se comprometió a excavar y poner en valor. En todo caso, no es el único bien monumental del que no hay ni rastro en sus cuentas, pues de hecho, no se recoge ninguna inversión para bienes culturales o monumentales en Las Arribes. Quedamos, con ello, a expensas de que nos caigan algunas migajas en las partidas generalistas que hay planteadas en varios campos. Es decir, nos exponen a bajar la cerviz y besar los pies de la Junta si queremos que nos caiga algo más, como vasallos.
En definitiva, que al igual que hizo recientemente el Gobierno central, en este caso la Junta de Castilla y León ha hecho anuncios grandilocuentes en prensa vendiendo a bombo y platillo la maravilla que son sus Presupuestos para 2023, su nivel de inversión histórica, pero en lo que respecta a nuestra comarca, la realidad camina por otros derroteros, y estos Presupuestos no hacen sino corroborar que el gobierno autonómico, al igual que el central, nos da la espalda.
Pese a ello, en los próximos meses desde los grandes partidos vendrán a pasarnos la mano por el lomo para intentar hacerse con cuantos más concejales mejor en la zona (y no es para menos, pues los partidos se embolsan 270 euros de subvención por cada concejal que sacan).
Sin embargo, tanto los Presupuestos de la Junta como del Gobierno solo nos muestran que, a la hora de la verdad, en Las Arribes no les importamos lo más mínimo. Aunque quizá el mayor problema es que tampoco nos hacemos valer y no somos capaces de reivindicar por nuestra zona ante las altas autoridades, sean quienes sean y por encima de las siglas partidistas que sean. Seguimos siendo unos olvidados.