Los empresarios denuncian que el tendido eléctrico de la línea de fibra está por el suelo en un camino rural en el término de Lumbrales
La caída del servicio de internet y de la línea en los teléfonos móviles y fijos en julio, agosto y primeros de octubre, además de la inestabilidad y lentitud de las líneas móviles durante los últimos meses, está provocando problemas en buena parte de El Abadengo. Esta situación afecta de manera especial a establecimientos empresariales, comercios y hostelería, pero también a otros servicios como la atención primaria en el Centro de salud y los consultorios, o en las entidades bancarias.
Sin embargo, ninguna compañía de operadores de telefonía se ha pronunciado públicamente sobre estas averías, ni ha informado ni pedido disculpas por la interrupción de un servicio básico para todos. Hasta el momento, y después de tres importantes cortes en la red -dos de ellos de más de 24 horas- padecidos desde el pasado mes de julio, nadie se ha hecho responsable de las causas. Ni han dado explicaciones, ni pedido disculpas y por supuesto, sin descontar las horas sin servicio de la factura de los usuarios.
Todo ello está provocando un malestar y unos inconvenientes que la Asociación de empresarios Turismo Arribes Sur (TAS) ha recogido y denuncia hoy públicamente a través de un comunicado en el que “exige a los responsables de la línea y a las compañías que la utilizan a dar una solución inmediata a estas deficiencias, asumiendo y solucionando los problemas que puedan provocar todas esas anomalías en el servicio”.
Unos problemas que son bastante fáciles de detectar si se asume la coincidencia de la primera suspensión del servicio, el día 20 de julio, con la caída al suelo del cable de fibra (probablemente derribado por algún vehículo agrario) en una zona de muy fácil acceso y visibilidad. Tres meses después de esta incidencia el cable sigue en el suelo, atravesando un camino agrícola.
Un cable por el suelo
Muy próximo al puente del Camaces, el cable desciende desde lo alto de uno de los postes hasta enredarse entre las zarzas que se cobijan junto a una pared de piedra próxima a la carretera CL 517. Sólo unos metros después cruza a ras de suelo un camino agrícola y se adentra en el cauce del río (que, por cierto, está completamente seco en ese tramo) cruzándolo con la ayuda de dos cajas de conexión un tanto deshilachadas y sujetándose a las barandas del puente por medio de una cuerda de plástico. Podría decirse, en este punto, que la cobertura de toda la zona pende de un hilo, concretamente de polipropileno, el mismo que se utiliza en la zona para atar las pacas. Suponemos que, al menos, será 100% reciclable y de una calidad que permita su adaptación a las condiciones más exigentes “tanto bajo invernadero como en cultivos a campo abierto”.
No parece que, en un verano tan seco como éste y con las cunetas llenas de latas, cristales y basura, dejar un cable de fibra entre las zarzas sea el emplazamiento más aconsejable. Y, mucho menos, tirado en un camino a la vista y el alcance de cualquiera.
Los empresarios piden una infraestructura apropiada para el servicio
Ante esta situación la Asociación TAS pide una infraestructura apropiada para el servicio que acabe definitivamente con estas deficiencias y permitan realizar su actividad al completo sin ningún problema, desde el acceso a los datáfonos de cobro con tarjeta, hasta la totalidad de su oferta de productos o acceso a la red para otras cuestiones como la gestión de sus compras, la atención telefónica, el correo electrónico o las redes sociales. Además, instan a los Ayuntamientos a unirse a esta petición.
Además, las averías en la red, que afectan a la telefonía de varios operadores, tienen importantes repercusiones en la atención primaria: los equipos sanitarios no pueden realizar recetas electrónicas o acceder a historiales clínicos, por lo que no pueden pasar consulta ni en el centro de salud de Lumbrales ni en los consultorios de los municipios afectados. Por su parte, los pacientes no pueden comunicarse telefónicamente con sus médicos ni con el servicio de urgencias.
Otro inconveniente con el que se encuentran los vecinos de la zona es el de las sucursales bancarias de Lumbrales, que se ven obligadas a cerrar por la suspensión de la comunicación por la red.
Desde Turismo Arribes Sur se anima a los empresarios y vecinos a reclamar sus derechos y denunciar a sus compañías por los cortes sufridos en las últimas semanas.