Dentro de las obras se quiere recuperar el espacio situado sobre las bóvedas de la capilla del Evangelio
Aunque el material que lleva apilado en el atrio unas cuantas semanas (estropeando la estampa del lugar) no se ha tocado todavía -como se puede ver en las imágenes-, la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Castilla y León ha dado a conocer que en la jornada del miércoles arrancaron oficialmente las obras de restauración de las cubiertas y paramentos, cresterías y demás elementos ornamentales de la sacristía y la antesacristía de la Catedral de Santa María de Ciudad Rodrigo.
Esta intervención es la 8ª fase de restauración de la Seo conforme al Plan Director elaborado en su día para la Catedral, que en este caso es financiada con 430.557€ procedentes de los fondos europeos, es decir, con el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Programa Next Generation de la Unión Europea, en este caso en el marco del Proyecto de Conservación y Restauración de Inmuebles que son Bienes de Interés Cultural.
Las obras, que durarán 6 meses, afectarán al cuerpo que aloja la sacristía nueva y la vieja (hoy en día denominada antesacristía), que se adosa a la cabecera de la Catedral por su lado norte. Las actuaciones buscan recuperar la estanqueidad de las cubiertas y la funcionalidad de los espacios interiores, además de ‘descubrir’ las cubiertas originales de piedra del ábside del Evangelio y de la sacristía vieja (que datan del último tercio del siglo XII), que actualmente están ocultas y sin posibilidad de acceso.
Así, el proyecto plantea la eliminación de la compartimentación de la planta alta de esta parte de la edificación, para así ofrecer un espacio unitario y accesible desde el que se puedan contemplar en un futuro las cubiertas originales de piedra, único vestigio de este tipo en la Catedral de Santa María.
Asimismo, se reconstruirá la escalera de acceso desde la antesacristía (modificando su disposición para poner en valor los elementos de las distintas etapas constructivas); y se ejecutará una nueva estructura de cubierta, manteniendo la geometría exterior para garantizar la estabilidad y estanqueidad, despejando el espacio situado bajo la misma.
Con esa actuación, se logrará un espacio diáfano para contemplar las cubiertas originales del ábside del Evangelio y la antesacristía, que se reforzará mediante la disposición de lucernarios que no son perceptibles desde el nivel de calle, y que permiten poner en valor los distintos paramentos.