Paz y Bien de parte de Jesucristo, querida Elena.
No podía sino escribirte hoy igual que hice el 8 de noviembre de 2014 a tu hermano Tomás y el 25 del mismo mes pero en 2017 a tu hermana Elisa. En esencia te diré lo mismo que a ellos, pero siente para ti estas palabras que comparto para que también en otros acaso puedan resonar. Porque tu bautismo, hoy 24 de septiembre, es una lámpara para poner en un candelero. Ya menos de la mitad de los niños que nacéis en España sois bautizados, y la tendencia es decreciente, como la de la misma natalidad (no pasan las cosas por azar). En cambio, en otras partes del mundo aumenta el porcentaje de católicos, que acceden a la Iglesia como tú hoy lo haces y hallan en ella su hogar.
Al comenzar la celebración, envuelta en el faldón de cristianar que con tanto cariño adquirió tu bisabuelo, haremos sobre ti el signo de la cruz. Estás llamada a buscarla, contemplarla y dejarte abrazar por ella con singular esfuerzo y alegría, porque llevas el nombre de quien encontró la Vera Cruz en Jerusalén. En torno a esta devoción piadosa se ha fundado tu familia y tendrás que ayudarnos a conservarla como faro que nos oriente, sobre todo cuando la vida se nos torne más Calvario y nos cueste asumirla.
La Palabra de Dios que hemos escogido para tu día nos muestra precisamente una hora de dificultad, la de Massá y Meribá. Cuántas veces, egoístas como somos, nos atrevemos a poner a Dios a prueba, y siempre nos regala agua viva para nuestra sed humana, perdida y errante en desiertos. Él, como rezaremos en el salmo, es el pastor con el que todo lo tenemos. Ya no impera el miedo. Estamos confiados en su regazo, como cuando nos hacemos niños y acudimos a Cristo. Es la enseñanza del evangelio que se proclamará en Sancti-Spíritus esta mañana. Lo mejor que podemos hacer por ti, Elena, como intentamos hacer con tus hermanos, es dejar que te acerques a Jesús, no ponerte barreras, ayudarte, acompañarte, enseñarte, hablarte de Él. El primer paso es pedir a la Iglesia para ti el bautismo.
Entre los santos cuya intercesión invocaremos estarán nuestros clásicos, tu Santa Elena, y también el del día de tu nacimiento, San Ignacio de Loyola. Desde el Cielo ellos se alegrarán cuando seas ungida con el óleo de los catecúmenos y luego sea bendecida el agua que, como es tradición de entrañable amistad, te regala Jesús traída del Jordán. Padres y padrinos haremos después la profesión de la fe que nos obligamos a transmitirte, o al menos a poner los puentes necesarios para que goces del don que Dios te ofrecerá. Será entonces cuando nos acerquemos a la pila bautismal, la misma en la que renacieron tu madre y tus hermanos, y sirviéndose de la concha de Concha, en feliz homonimia, Don Pedro te bautice “en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”. La unción crismal que te fortalece, la vestidura blanca que te identifica como neófita, la luz pascual que te alumbra en el camino y el “effetá” con que el mismo Cristo te despierta para amar, completarán antes del padrenuestro y la bendición un encuentro en el que Dios pasará por nuestras vidas mientras nos alegramos de que te reciba como una hija de su pueblo peregrino en este mundo hacia la patria del Cielo.
Justamente hoy es enviada, en el contexto del inicio del curso pastoral, toda la Iglesia de Salamanca. Nuestro obispo renovará en la Catedral la exhortación de Cristo a ir y anunciar, ¡y bautizar! Bajo el amparo de María, a la que en esta fecha llamamos con el hermoso título de la Merced, quiero que tú, pequeña, te sientas también enviada. Tu inocencia y tu sonrisa incipiente nos evangelizan cada día. Tu ternura rompe las cadenas que nos tienen cautivos. Tu vida nos da la vida y desde ahora, viviente Elena, es ya vida nueva, renacida, bautizada, vida en Cristo. Así se lo agradeceremos pronto a la Madre Inmaculada, cuando te presentemos ante Ella en la Vera Cruz y le pidamos que nunca dejes de acercarte a su Hijo que hoy te abraza y te bendice.
Te quiere,
tu padre
En la fotografía, paso procesional “Dejad que los niños se acerquen a mí” que sale en Murcia el Domingo de Ramos (Francisco Liza, 2009 - Cofradía del Cristo de la Esperanza).