Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, así como los alimentos registran las subidas de precios más altas
Los precios de bienes y servicios de consumo en España son un 10,5% más altos que hace un año y se han incrementado un 6,1% en lo que va del presente 2022 ( (hasta agosto, último mes con datos oficiales). En Castilla y León, el incremento anual ha sido del 11,8% y en lo que va de año, del 6,7 por ciento. Así se refleja el Índice de Premios al Conumo (IPC) que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE)
La escalada de precios debido a varias crisis consecutivas, entre ellas la sanitaria, se ha visto agravada por la guerra en Ucrania. La crisis energética influye en el resto de productos de consumo, al encarecer la producción y la distribución de otros bienes y servicios. Pero hay en productos que se encarecen por lo intermediarios, como pueden ser las frutas o las patatas, provocando una enorme distancia entre el precio que recibe el agricultor y lo que pagan los consumidores, tan y como han denunciado los primeros.
La subida anual es una media de lo que ha subido el coste de la vida durante los últimos meses. Pero hay productos que se han encarecido mucho, otros menos e incluso que algunos son más baratos que hace un año.
En Castilla y León, por tanto, en Salamanca, el INE recoge la media de los principales grupos de productos tanto en el último año como en los 8 meses del presente 2022. ¿Qué es lo que más ha subido para los salmantinos? Pues en primer lugar, el grupo de la vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles; nada menos que un 30,5% gastamos más en estos bienes que hace un año. En 2022 ha subido un 15%. Sin embargo, el IPC no refleja los contratos del mercado libre, que es donde no ha subido tanto la tarifa.
En segundo lugar, el mayor alza para los salmantinos está en los alimentos y las bebidas no alcohólicas, productos que han incrementado sus precios una media de un 14,3% (10,8 en lo que va de año). Y en tercer lugar, los transportes, que nos cuestan un 11,5% más que hace un año (8,9% se han incrementado en 2022).
Por salir a comer o a cenar a un restaurante o una estancia en un hotel se paga un ocho por ciento más, mientras que si queremos comprar muebles o artículos del hogar nos cuesta un 7,4% más que hace un año. Las bebidas alcohólicas y el tabaco han aumentado sus precios, pero en menor media, en torno al 4,5%, mientras que las actividades relacionadas con el ocio y la cultura nos cuestan un 3,7% más que hace un año, un incremento que se ha producido sobre todo en 2022 (3,2%)
Pero no todos los productos han aumentado sus precios. En ropa y calzado se paga un tres por ciento más que hace un año, pero los precios han caído un 14% en lo que llevamos de 2022. El grupo de las comunicaciones también cuesta menos, más de un dos por ciento que hace un año. Lo relacionado con la enseñanza se mantiene en cifras similares, no han variado los precios de media, mientras que en Sanidad se ha incrementado un ligero 0,8%.
Pero dentro de estos grupos, ¿cuáles son los productos que han subido más sus precios? En alimentación, es notable el aumento de las harinas y otros cereales, casi un 40% más que hace un año, pagando por el pan un15% más. Las pastas alimenticias superan el 30% de aumento de precios.
En cuanto a las carnes, la de ave es la que más ha subido (17,6% respecto a hace un año y 13,5 en lo que llevamos de 2022); le sigue la carne de vacuno (15,2 y 8,9), la de porcino (9,8 y 9,9), y la de ovino y caprino, que si bien cuesta un 10,6 por ciento más que hace un año, en este 2022 es la única que registra una caída de precios, con un 7,4 por cinto menos.
Por el pescado fresco se paga un 9,7% más que hace un año, mientras que el congelado ha subido el doble (18,8%). Los precios de la leche han sufrido mayor incremento, con una media de un 26% en un año, así como los huevos, que son más de un 22 por ciento más caros. Y en aceites, por el de oliva se paga un 13% más, nada comparable a la subida registrada por otros aceites, que supera el 71% -es lo que más se ha encarecido en cuanto a alimentación-.
Todo ha subido; también las frutas (12), las legumbres y hortalizas frescas (14,8), patatas (15,3), café (13,7), agua mineral (9). Pero no solo en alimentacón, los alquileres de una vivienda han aumetando un 1,5%, pero los materiales para reparar una casa, casi un doce por ciento. Fuera de los alimentos, uno de los mayores aumentos de los precios se ha registrado en la electricidad, que se ha disparado un 60,6% más que hace un año (un 17% en lo que llevamos de 2002), mientras que el gas ha subido un 27%. En este grupo, los combustiles fluídos se llevan la palma, con un incremento del 79,1 en el último año (58,4 en el presente).
Y en automoción, tanto si se quiere comprar un automóvil nuevo o uno de segunda mano, va a costar de media un nueve por ciento más que hace un año. Además el precio del gasóleo también se ha disparado un 26,4 por ciento y el de la gasolina un 9,6.
Pero no todos los bienes han subidos sus precios. Por ejemplo, los teléfonos móviles han bajado un cinco por ciento en un año y los ordenadores cuestan un 4,6% menos.