Todo el mundo sabe que las deliberaciones del Consejo de Ministros y Ministras son materia reservada. Por un momento, imaginémonos que fuera posible colocar un micrófono de última generación para grabar una de esas reuniones. Más o menos, nos encontraríamos algo parecido a esto:
“Se oyen discusiones en voz alta y, de repente, todo el mundo calla y suena una vez: ¡El Sr. Presidente del Gobierno! Ruido de sillas y breves aplausos.
Sánchez: Buenos días, compañeros y compañeras. Antes de nada, quiero deciros que no podré presidir todo el consejo; pronto debo dejaros porque salgo de viaje. Me reclaman en Bruselas para explicar nuestro método de abaratar la energía. Tras conseguir la prodigiosa bajada del recibo de la luz, ahora sabrán cómo hacer lo mismo con el gas. Nuestra campaña “Lo que moleste, se topa” ha causado un gran interés. Habréis notado que, últimamente, están cambiando las cosas. Primero, hemos conseguido que el PP de Castilla y León tenga que capitular con el Toro de la Vega. Primer tanto. El segundo, la última encuesta del CIS recuperando el primer puesto en intención de voto. Se está imponiendo nuestra causa.
Irene Montero: Perdón, Presidente. No empecemos ya. A ti nunca te hicieron caso. No me hagas decir lo que opino de las encuestas de Tezanos. En cuanto a lo de Tordesillas, habla con Lilith Vestrynge y sabrás quién ha movido todo el asunto. A cada uno lo suyo. Ha sido una victoria de Podemos, por lo tanto, es nuestra causa.
Félix Bolaños: Con permiso, Presidente. Irene, no empieces ya a darnos la vara. El Sr. Presidente no distingue colores en esta mesa y me parece muy bien la decisión que ha tomado ¿O es que tú te opones? No le molestes más, que tiene prisa. Porque creo que es mi obligación, aprovecho, Presidente, para recordarte que tengas mucho tacto. Procura que eso de “Estar con la gente”, sea tratado con cuidado. Ya has visto lo que ha vuelto a sucederte en Toledo. Todas las precauciones son pocas. Mucha de esa gente te está esperando en la calle porque tienen la consigna de insultarte.
Sánchez: Gracias, Félix. Todo está previsto. He dicho muy claro que mis encuentros serán en organismos oficiales o a puerta cerrada. Y tú, Irene, menos humos y procura arreglar tus cosas porque las tonterías que se os ocurren están hundiéndonos en todas las encuestas. Mucho viaje de turismo, mucha pancarta y mucho lenguaje inclusivo, pero nos estáis saliendo muy caras.
Irene Montero: Oye, Pedro, nosotros también te lo dejamos muy claro cuando firmamos el acuerdo de gobierno. Todo te pareció bien y estás sentado aquí gracias a nosotros; así que tengamos la fiesta en paz.
Sánchez: Bueno, lo dicho. Yo me tengo que ir y tú, Félix, te vienes conmigo. Nadia, te haces cargo de la reunión. Aquí tienes la Orden del Día y no os enredéis en discusiones bizantinas. He repetido hasta la saciedad que todas vuestras declaraciones deben girar en torno a dos personajes que entrañan mucho peligro para todos nosotros: Fijóo y Ayuso. Debemos conseguir que los comentarios se centren en ellos dos y que la gente se olvide de nosotros por un momento. Compañeros y compañeras, no lo olvidéis. Hasta pronto.
( Sale el Presidente.Ruido de sillas y murmullos no descifrables. De pronto, suena una voz de mujer)
Nadia Calviño: Bueno, un poco de silencio porque el Consejo continua y aquí hemos venido a trabajar. No me hagáis levantar la voz, que ayer estuve en Bruselas y aún me duele la cabeza.
Yolanda Díaz: ¿No pudiste dormir?
N. Calviño: No; y toda la noche he estado acordándome de ti y de tus fantasías. Todos los que estaban ayer en el Consejo me dijeron que si eran ciertos los rumores que llegan desde España. Con mucha sorna, me decían: “Hemos oído que ya estáis preparando las cestas de Navidad ¿es cierto?”. Creo que deberíais pensar más las cosas.
Yolanda Díaz: ¡De eso, nada, bonita! Yo me he dedicado a buscar las soluciones que debería estar buscando todo el Gobierno.
Margarita Robles: Yolanda, modera el tono. En primer lugar, todavía no entiendo que un ministro invada las competencias de otro y, por añadidura, que no tenga en cuenta las posibles consecuencias. Lo que tú propones va contra los intereses de los más vulnerables.
Yolanda Díaz: ¡No me tires de la lengua, Margarita! Más vale que pongas más cuidado en tus asuntos. Los pobres ucranianos se han dado cuenta de que los tanques – o como se diga- que pretendías mandar, los habías sacado de la chatarra
Alberto Garzón: No tienes razón, Margarita. Yolanda obra de buena fe y no olvides que también es ministra de Economía Social, que algo tendrá que ver en este tema. Y yo, que lo soy de Consumo, apoyo firmemente su propuesta.
N. Calviño: Mira, Alberto. Tú, es mejor que estés callado porque cada vez que hablas es para que todo el mundo se enfade contigo, o te tome el pelo. Y todas vuestras fantasías nos cuestan muchos votantes
Luis Planas: Por alusiones. No he querido decir nada, pero el tema de la cesta entraría de lleno en mis competencias y….
Yolanda Díaz: ¡Quién fue a hablar! Tú que tienes a agricultores, ganaderos y cazadores en pie de guerra, no puedes venir a dar lecciones a nadie.
N. Calviño: Yolanda, creo que has olvidado tu condición de Ministra de Trabajo. Tu famosa cesta promociona gratuitamente a las grandes superficies, pero muchas explotaciones y pequeños autónomos tendrían que cerrar, para unirse a los que ya lo han hecho. Más que de Trabajo, pareces la ministra del Paro.
Irene Montero: Está visto que vuestro partido firma acuerdos con nosotros, pero actúa como uno de derechas. Pedro nos prometió acabar con la reforma laboral de Rajoy y se ha quedado a medio camino. La compañera Yolanda expuso su plan al Presidente y éste no se opuso. Ya veo que vosotros no acabáis de entender qué es la verdadera igualdad.
José M. Albares: Mi fuerte no es precisamente la economía, aunque manejo el vocabulario y sé lo que significa igualdad. Digo esto porque creo que tú, Irene, no eres la más indicada para hablar de igualdad. Desde que entraste en Podemos no te pareces en nada a la dependienta de una tienda. Tanto criticar a los ricos, pero ¿tendrías el mismo patrimonio sin entrar en ese partido que propugna la igualdad de todos y todas?
Irene Montero: ¿Es que tú devuelves todos los meses el importe de tu nómina?
Pilar Llop: Bueno, creo que estamos apartándonos de nuestras obligaciones. El Presidente acaba de recordárnoslo y ya lo hemos olvidado. Por lo que a mí respecta, ya me encargo de repetir a todas horas el grave trastorno que ocasiona el PP a todos los españoles negándose a negociar el relevo en el CGPJ. Creo que ese es el camino.
Teresa Ribera: ¡No me hagas reír, Pilar! Acabo de oír en la radio que alguien ha patrocinado un concurso para conceder 1.000 € a quien haya escuchado en el metro o el autobús a dos personas que se sentían muy preocupadas por ese problema del CGPJ ¿Cuánto tiempo hace que no viajas en transporte público?
N. Calviño: ¡Basta ya! Menos mal que estas reuniones son reservadas. Si la gente nos oyera, nos echarían a patadas. Centrémonos en la Orden del Día, que para eso nos pagan.
Irene Montero: ¡Y dale con la paga! Tú te sueñas con los dineros, pero….
(Suena un fuerte golpe en la mesa y se corta la grabación. Si otro día la recuperamos, prometemos reproducirla)