La pericia de los caballistas hizo que la manada de cuatro novillos, con otros tantos mansos, entrase agrupada en el casco urbano
Los aficionados a los festejos taurinos populares tenían este sábado una cita ineludible en Bañobárez, una jornada que comenzaba en la madrugada con una capea nocturna y continuaba pasado el mediodía con un bonito encierro a caballo.
Pasados escasos minutos de las 13.00 horas, los caballistas aguardaban en sus puestos para dirigir la manada de cuatro novillos y otros tantos mansos al recorrido del encierro, partiendo de una parcela municipal, en las afueras del casco urbano, donde permanecían los astados de la ganadería de Eduardo Martín Cilleros, negros y de desigual presentación.
La experiencia de los caballistas evitó que la manada se descontrolara en la zona de una charca, paraje amplio con cruce de caminos, lo que no hubiera sido la primera vez, pero la pericia de los jinetes hizo que novillos y cabestros llegasen totalmente agrupados a las calles de Bañobárez sin mayores incidencias.
Una vez los novillos entraron en toriles, para esta tarde está prevista a las 18.00 horas una novillada en la que están anunciados El Mene, de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca, y Alberto Donaire, de la escuela taurina de Valencia. Finalizado el festejo, la jornada continuará en la noche con una verbena amenizada por la orquesta Seven.
Para mañana domingo, último día de las fiestas, el programa recoge la celebración de un encierro urbano al estilo tradicional las 13.00 horas, y en la tarde una segunda novillada con la actuación del novillero de San Felices de los Gallegos, Álvaro Rojo, que lidiará dos novillos de Martín Cilleros. Tras concluir el festejo habrá una capea para los aficionados y que pondrá el broche a las fiestas.