Mª Paz Martín cumple este curso académico un año más en la dirección del centro con el reto de seguir educando a los alumnos
La directora del Colegio Santa Isabel de Alba de Tormes, Mª Paz Martín, atiende a Alba de Tormes al Día ante el comienzo del curso escolar para repasar el inicio del nuevo curso, la filosofía de su centro o la nuevas formar de educar a los alumnos.
Pregunta: ¿Cómo se presenta el nuevo curso escolar?
Respuesta: El comienzo de un nuevo curso es siempre una mezcla de encuentros, proyectos, ilusión y expectativas en el que los profesores se centran en el reto de acertar, un año más, en ese acompañar (como mediadores) a los alumnos que llegan a nuestras aulas, pero sin dudar de nuestras posibilidades y confiar en aquellos con los que caminamos.
P: ¿Qué exige el ser director de un centro educativo?
R: No se trata de un puesto de poder de mandato, sino de responsabilidad y compromiso, así que partiendo de esto, lo que exige es tener siempre la puerta abierta para poder recibir, escuchar y acompañar a todos los que formamos parte del colegio; tener los pies ligeros para moverte por el colegio, hablar con los profesores, alumnos, ser testigo de la vida diaria del colegio; y estar rodeada de un buen equipo directivo, de padres, de profesores que hacen posible el día a día del colegio. Todos ellos sostienen y dan vida a cada proyecto que emprendemos.
P: ¿En qué se caracteriza la educación que reciben los alumnos de su centro educativo?
R: Creo que en el trato directo, en el saber caminar al lado, sin grandes cosas que hacer y transformar, salvo a uno mismo, en sugerir, invitar, hacer dudar, intercambiar las propias creencias junto con las personales dudas, etc. También pienso que el alumno es el centro de nuestra atención y que el colegio se convierte para ellos en el lugar donde los saberes engendran valores que construyen justicia y solidaridad y el sitio donde ciencia, sabiduría y fe se transmiten al mismo tiempo y por u?ltimo donde hacerse persona sea siempre tarea y don a la vez.
P: ¿Cómo se logra una implicación total de los alumnos en el día a día del centro?
R: Conociendo bien al alumno, centrándose en sus capacidades y virtudes y no tanto en sus puntos débiles. Haciéndoles ver que confías en ellos y que son capaces de mejorar siempre, y luego ellos mismos, cada vez que hay que realizar una actividad se muestran partícipes y voluntarios para llevarla a cabo. Esa cercanía que reciben por parte del centro les hace sentirse cómodos para poder realizar todo aquello que se les proponga, ya sea una celebración festiva, lecturas, ofrendas o llevar recaudaciones (libros, ropa, comida) a su destino.
P: ¿Cuáles considera que son las herramientas para mejorar los resultados académicos?
R: Si bien es cierto que la sociedad ha ido evolucionando de una manera vertiginosa, su educación debe ir de la mano. Nos encontramos en un punto donde las nuevas tecnologías se encuentran presentes en la totalidad de nuestra vida, en muchas ocasiones para facilitarla, y en el colegio no iban a ser menos. Gracias a los libros electrónicos, actividades online, informática o robótica, el alumnado puede adquirir esos conocimientos mediante una nueva herramienta. Por otra parte, a nivel personal, el trabajo cooperativo afianza esos valores ya mencionados y les permite aprender a aprender.
P: ¿En qué necesitan mejorar hoy en día los estudiantes?
R: Una cuestión que siempre resaltamos desde el claustro de profesores es la falta de continuidad, de trabajo diario. No existe una linealidad en dicho trabajo, sino un esfuerzo puntual ante la evaluación o entrega de trabajo. Siempre insistimos en que asimilen lo aprendido ese día, pues les resultará mucho ma?s fácil de aprender que de manera conjunta. Cada caso es particular, pero sí percibimos, de manera general, esa carencia en el esfuerzo continuo.
P: ¿Por dónde pasa el futuro de su institución? ¿Qué proyectos tienen en marcha?
R: Si hablamos de la institución religiosa como orden franciscana ya vemos que las vocaciones están en crisis en Europa en general, pero no perdemos la esperanza. Nuestro último proyecto está ahora mismo en Kenia. Hemos abierto una casa en la que actualmente hay diez jóvenes formándose. Tenemos mucha confianza en ello y ellas muy ilusionadas con nuestra forma de vida.